A mediados de 1970, Pablo McCartney era un hombre derruido. Había intentado mantener a los Beatles con vida desde la trágica muerte de su gerente, Brian Epstein. No lo había conseguido.
En las larguísimas sesiones de grabación de 'Abbey Road' (1969) y 'Let … it be' (1970), recogidas por el documentalista Michael Lindsay-Hogg en la película 'Let it be' —aumentada hasta el infinito por Peter Jackson en el monumental 'Get back' (2021)—, se muestra a un grupo en análisis y en contradicción. Con cuatro hombres a la gresca todavía se pueden hacer grandes canciones. Cosa bien diferente es que esas mismas canciones consigan reconciliarlos.

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Autor
Pablo McCartney -
Editorial
cupula -
año
2025 -
Páginas
600 -
Precio
42,95€
Paul McCartney vivía entonces aislado, con su mujer, Linda Eastman, y sus entonces dos hijas, en una granja escocesa sin más compañía que la nada. Bebía demasiado, al compás de los vaivenes de su vida.. Sus tres excompañeros se habían aliado con su último mánager, el tenebroso. Allen Klein, y Paul les había tenido que denunciar con tal de evitar los tejemanejes de Klein con los derechos de las canciones. El tiempo le daría la razón, pero aún no. McCartney, como en otras épocas complicadas, solo conoció una terapia: escribir canciones.
En ese momento arranca el extraordinario libro. 'Alas. Una banda en fuga. La historia oral'. Editado con brillantez inusual por el historiador Ted Widmer, el volumen combina cientos de horas de testimonios de McCartney con otros protagonistas de la historia de Wings, su banda después de los Beatles, y, acierto del 'collage' de Widmer, testimonios de protagonistas de la época y expertos.
Antes de la formación de Wings (1971-79), McCartney había firmado dos álbumes excepcionales. 'McCartney' (1970), una oda a la sencillez grabada en su granja con una apertura definitoria: 'La encantadora linda'. Y el estratosférico 'Ram' (1971), donde regresó a los estudios y comenzó a pensar en formar un grupo.
Machacado por la crítica, ridiculizado por sus ataques a Lennon, 'Ram' ya es considerada una obra maestra: 'Uncle Albert/ Admiral Halsey' o 'Moonkberry Moon Delight' pueden entrar entre las mejores composiciones de un beatle en solitario. McCartney incluso se dio el lujo de grabar una versión jazzística de 'Ram' bajo pseudónimo: el justo y necesario 'Thrillington'.
Wings nació en una sala de espera. Paul aguardaba el nacimiento de su hija Stella y, para disminuir el nerviosismo que sentía porque el parto fue complicado, se concentró en una imagen. Las alas de un pájaro: así decidió llamar a su nueva banda. La base sería él mismo, Linda y Denny Laineex componente de los Moody Blues. A lo largo de los años pasarían otros miembros, como los bateristas Denny Seiwell o Steve Holly o los guitarristas Henry McCullough o Jimmy McCulloch.
Wings nació en una sala de espera. Paul aguardaba el nacimiento de su hija Stella y, para disminuir el nerviosismo, se concentró en una imagen
El núcleo duro permanecería constante. Su primer álbum, el irregular 'Wild life', vino acompañado de dos giras muy especiales. Primero apareció por sorpresa en universidades británicas sin cobrar y luego comenzó una 'tournée' por Europa en un autobús de dos pisos. Arriba, la zona de juegos de los niños McCartney, abajo, la banda.
Con la llegada de estas novedades, Universal Music ha lanzado una caja esplendorosa titulada 'Wings' —Qué bonitos son los vinilos de colores y su libreto interior, repleto de fotos— con una selección de temas realizada por Paul McCartney. En ella no está el reivindicativo 'Give Ireland back to the irish' (1972), número uno en nuestro país: «Franco seguía en el poder pero quizás la gente quería un cambio», asegura Paul, «O tal vez no entendía la letra y les gustaba la melodía».
Aunque el primer vinilo sí contiene 'Hi, hi, hi', una canción drogata compuesta en Villajoyosa (Alicante), en 1972. A aquella visita de McCartney se dedica un delicioso documental: 'Bienvenido, Sr. Martín' (Alberto Abenza, 2025).
Turbulencias
Tras un arranque difícil, el éxito. El bombazo de 'Vive y deja morir', canción bondiana, y el estreno de 'Band on the run' (1973), con toda probabilidad el mejor disco de la banda. El álbum 'Venus and mars' (1975) asentó una gira de estadios. De ella sale 'Wings over America' (1976), el único LP en directo del grupo, donde se pone de manifiesto su potencia y el regreso de McCartney a las composiciones de los Beatles.
Se narra en el libro de Widmer: a partir de 1976 comenzaron las turbulencias. Un exceso de rotación entre sus miembros, unos discos muy interesantes como 'At the speed of sound' (1976), 'London town' (1978) o 'Back to the egg' (1979), aunque sin la fuerza del inicio y unos hijos adolescentes con los que McCartney quería convivir.
Las perlas no cesaban: algunas sin éxito comercial, 'Warm and beautiful', 'Old Siam, sir' o 'London town', y otras, hits mundiales, 'Silly love song', 'Let 'em in', 'Goodnight tonight' o 'Mull of Kintyre'. El fin de Wings se precipitó con la detención de McCartney en Japón por posesión de marihuana: pasó unos días en la cárcel y allí comenzó la despedida. Como siempre, Paul superó la ruptura de la misma manera que una década atrás: con la composición y la publicación de 'McCartney II' (1980).
Volvía a tocar todos los instrumentos —fascinación ochentera por los sintetizadores— y salió un solo torpedo, 'Coming up'. John Lennon lo escuchó y le pareció «un buen trabajo». 'McCartney II' le animó a lanzar 'Double Fantasy', su LP con Yoko Ono de noviembre de 1980. El 8 de diciembre de ese mismo año un fan, Mark David Chapman, asesinó a Lennon a balazos en el portal de su edificio, el Dakota de Nueva York.




