Las crónicas de Irene Polo (Barcelona, 1908-Buenos Aires, 1942) Parecen escritas esta mañana. Es la sensación que tuve cuando la descubrí en mi tesis doctoral sobre las revistas gráficas años treinta a partir del semanario barcelonés 'Imágenes'. Tiempos del fotoperiodismo, cámara Leica … en ristre. Jóvenes reporteros con la celeridad narrativa de la radio y la pincelada cosmopolita del 'star system' de Hollywood. Tiempos de las mujeres en las portadas de revistas como la parisina 'Vu' o las españolas 'Estampa', 'Crónica 'Mundo Gráfico' e 'Imatges'. Crónicas, reportajes e interviús firmados por reporteras: Josefina CarabiasMagda Donato, Luisa CarnesRosa María Arquimbau, María Luz Morales y, cómo no, Irene Polo.
Con veintidós añitos, la Polo fue precursora de lo que en los sesenta se embaló como Nuevo Periodismo. Los exégetas del cuentos gay de'Sinatra está resfriado'memorable crónica sobre una 'no crónica', se maravillarán con la Polo de 'A la caza de cuatro palabras con el señor Cambó'. Noviembre de 1930, 'dictablanda' de Berenguer y pacto de San Sebastián republicano. Francesc Cambó ha sido operado de un tumor en la laringe y no hace declaraciones sobre la situación política. El líder de la Lliga, partido de la derecha catalana, es la gran esperanza para salvar la monarquía. La Polo intenta conseguir una interviú -se decía así- con el político esquivo. Monta guardia en la portería del edificio Cambó en el 30 de la barcelonesa Vía Layetana. El portero le niega la entrada. Ella no se desanima. El domingo descansó el Creador pero no quienes buscan un 'scoop'. La Polo vuelve con un fotógrafo a la 'casa encantada'. Insiste con el portero y escucha una respuesta esperanzadora: «¿Ha salido don Francesc?» «No todavía…»
La espera vale la pena. A las 12.15 aparece el Rolls Royce de Cambó. Polo y el fotógrafo esmeu se meten en un taxi. ¡Siga a ese coche! La persecución finaliza en Esplugues, afueras de Barcelona. Cambó baja del Rolls y pasea por el sendero campestre que bordea la carretera. La Polo va a su encuentro, le pregunta cómo está. El político oriental, voz apagada. Está bien: «Su rostro es animado, le lucen los ojos claros y agudos maquiavélicos y sonríe… Solo la barba es más gris», apunta la reportera. Cambó prosigue su paseo; repara en el fotógrafo y ríe: «¿Me habéis seguido desde casa?». «Sí, señor. Le hemos esperado tres horas. Nos hemos ganado esta interviú improvisada», contesta Esmeu. Cambó se acerca, le da unos golpecitos en la espalda y se deja fotografiar. Cuatro palabras y una gran crónica sobre la 'no crónica'.
periodismo fascinante
Con la reedición de 'La fascinación del periodismo' (Quaderns Crema), Gloria Santa María y Pilar Tur completan las crónicas (en catalán y en castellano) que Irene Polo publicó de 1930 a 1936. Un sexenio prodigioso en nueve cabeceras: 'Las Noticias', 'Mirador', 'Imatges', 'La Humanitat', 'La Rambla', 'L'Opinió', 'L'Instant', 'Última Hora' y 'Mundo Gráfico'. Periodismo fascinante: «Y el periodista es el autor de todo esto: los hechos brillantes y los espantosos, y los admirables; la gloria y la catástrofe y el encanto pasan por sus manos y él las distribuye. Es el centro del movimiento del mundo… Es un ser fantástico y todopoderoso, temido y deseado, omnisciente y vertiginoso, deslumbrador y misterioso, casi. ¡Ah, un periodista!» escribe la reportera en 'L'Opinió'.
¡Ah, el Polo! Se mete en una casa de empeños, guarda cola con los parados y da voz a los 'sin casa'; entrevista a imperio argentinoa Clara Campoamor ya Pío Baroja; denuncia los excesos revolucionarios de la CNT-FAI y los secuestros de los 'escamots' fascistoides de los hermanos badia; describir el acoso del jefe a la secretaria en el 'infierno gris de la oficina'; escribe sobre su admirada Greta Garbola moda del pantalón y acompaña a Buster Keaton a la playa de Sitges; en política no acaba de caer bien a nadie, que es la grandeza del periodista: publica en La Humanitat de Esquerra fundada por Companys y luego pasa a 'L'Opinió' con Tarradellas hasta acabar en 'L'Instant' de la Lliga que dirige Ignacio Agustí. Entrevista a quienes la izquierda califica de «trinidad fascista»: el doctor albiñana, José María Gil Robles y José Antonio Primo de Rivera.. El jefe de Falange «parece un artista de cine», advierte.
Su última entrevista es el 5 de febrero de 1936. A bordo del Orinoco, con Santiago Casares Quiroga. El trasatlántico está a punto de zarpar de La Coruña y el político quiere despedir a Margarita Xirgu. La periodista acompaña a la actriz en una gira americana de la que no retornará… Seis años después, el 3 de abril de 1942, la Polo se suicida en Buenos Aires. Una depresión por un amor no correspondido, fracaso laboral que le impide mantener a su madre y hermanas. Las diversas versiones sobre aquel suicidio y el silencio familiar, «convirtieron su muerte en un tema tabú», concluyen las compiladoras. Estas ochenta crónicas confirman que el periodismo de Irene Polo sigue palpitando.




