![]()
Ante la amenaza de que los ordenadores cuánticos destruyan los sistemas de cifrado tradicionales, la industria tecnológica prepara ya su defensa.
En este contexto, MasOrange integra la tecnología Quantum Safe de Nokia en su red de transmisión tras completar con éxito las pruebas pertinentes. Esto significa que podrá hacer frente a riesgos emergentes.
“La computación cuántica redefine las reglas del juego en ciberseguridad”, comenta Pilar Puerta, directora del área de Transmisión de la operadora.
“En MasOrange no esperamos a que el riesgo sea una realidad”, afirma: “lo anticipamos, porque garantizar que la información crítica de nuestros clientes permanezca segura hoy y en el futuro es una prioridad”.
“Esta iniciativa refuerza nuestro compromiso con la innovación, la soberanía del dato y la resiliencia digital de España“, destaca Puerta, “alineándonos con las exigencias regulatorias europeas y las necesidades estratégicas de sectores clave”.
La operadora garantiza con esta medida que los datos de sus clientes, incluyendo sectores estratégicos como industria, entidades financieras y la Administración, responden a la jurisdicción nacional.
La solución protege la conectividad entre centros de datos y redes metropolitanas, manteniendo la información a salvo.
MasOrange promete seguridad de extremo a extremo sobre su red óptica, así como cifrado simétrico robusto (AES-256) y gestión avanzada de claves.
Quantum-Safe Networks de Nokia usa infraestructura de clave simétrica y cifrado a nivel de chipset en la capa óptica WDM. La idea es que los datos cifrados en la actualidad no sean descifrados en el futuro.
“Probar capacidades escalables y seguras frente a la computación cuántica en una red operativa de un operador es un momento historico para la resiliencia digital de España”, declara Matthieu Bourguignon, vicepresidente sénior de Network Infrastructure Europe para Nokia.
Por medio de la tecnología Quantum Safe, “MasOrange está construyendo una arquitectura preparada para el futuro, diseñada para evolucionar frente a las amenazas cuánticas, las normativas de la UE y las crecientes demandas de soberanía y seguridad”, dice Bourguignon.
“Este es un modelo de cómo los proveedores de infraestructuras críticas en toda Europa pueden abordar los riesgos emergentes con confianza y precisión”, finaliza.




