el Arsenal dio un golpe de autoridad en los Emiratos y lo hizo con un protagonista inesperado en el inicio del vendaval: Emiliano 'Dibu' Martínez. El conjunto de Mikel Arteta pasó de la incomodidad del primer tiempo a una exhibición total en la segunda mitad, en la que devoró al Aston Villa por 4-1 y se consolidó como el gran favorito al título de la Premier League tras 19 jornadas disputadas.
Durante los primeros 45 minutos, el equipo de Unai Emery compitió de igual a igual, incluso con mejores sensaciones en algunos pasajes. Bien replegado y peligroso al contragolpe, el Villa logró incomodar a un Arsenal sin ritmo, sin la profundidad habitual de Odegaard y con Viktor Gyökeres desconectado del juego.
Dibú Martínez. Foto:AFP
Apenas iniciado el complemento, un error del Dibu Martínez marcó el punto de quietud del partido. En un saque de esquina, el arquero argentino falló en la pugna aérea con Gabriel Magalhaes, no logró atrapar el balón, que se le escurrió entre las manos, rebotó en el central brasileño y terminó dentro del arco. Martínez reclamó falta, pero el VAR confirmó la validez del gol. Era el 1-0 al minuto 47 y, con él, el derrumbe del Aston Villa.
Menos de cinco minutos después, Martín Zubimendi amplió la ventaja tras una profunda asistencia de Odegaard, en una acción que liquidó anímicamente al equipo visitante. El Arsenal, impulsado por su fortaleza en la pelota parada y una presión asfixiante, tomó el control absoluto del partido. Leandro Trossard firmó el 3-0 con un remate preciso y Gabriel Jesús, recién ingresado, cerró la goleada con el cuarto tanto al minuto 78.
Dibú Martínez. Foto:AFP
Dibu se enfrenta a los hinchas
Aunque el Dibu Martínez evitó un par de goles más con buenas intervenciones, el daño ya estaba hecho. El descuento de Olivia Watkins en tiempo añadido solo sirvió para maquillar un resultado que reflejó la superioridad total del líder en la segunda mitad. El Aston Villa, que llegaba con trece victorias en sus últimas catorce presentaciones, se vio superado sin atenuantes tras el error de su arquero.
Al final del encuentro, Martínez volvió a quedar en el centro de la escena. Camino al túnel, respondió con gestos y miradas desafiantes a los cánticos de los aficionados del Arsenal, que le recordaron su pasado en el club y algunos episodios polémicos en duelos anteriores.
Una reacción que no pasó desapercibida y que cerró una noche difícil para el campeón del mundo, marcada por un fallo determinante y un ambiente hostil desde las tribunas del Emirates.
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*Este artículo fue reescrito con ayuda de una inteligencia artificial, con información de la agencia EFE y la revisión de un redactor.
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