Tras un accidente cerebrovascular, algunas personas desarrollan un trastorno del lenguaje que dificulta la comprensión de los sonidos del habla.
Para analizar cómo cambia el cerebro en estos casos, un equipo de investigación liderado por Laura Gwilliamsde la Universidad de Stanford (EE UU), y Maaike Vandermostende la KU Leuven (Bélgica), comparó la actividad cerebral de 39 pacientes que habían sufrido un ictus con la de 24 personas sanas de edad similar.
Según se recoge en su artículo, publicado en JNeuroscilos investigadores registraron la actividad cerebral mientras los participantes escuchaban una historia. Las personas con problemas para procesar la habla tras un ictus no tardaban más en analizar los sonidos, pero su procesamiento era mucho más débil que el de los participantes sanos. Esto indica que pueden oír los sonidos con normalidad, pero tienen dificultades para integrarlos y convertirlos en lenguaje comprensible.
Patrones de actividad cerebral tras un ictus
Además, cuando existía incertidumbre sobre qué palabras se estaban diciendo, las personas sanas mantenían el procesamiento de las características sonoras durante más tiempo que quienes habían sufrido un accidente cerebrovascular. Este hallazgo sugiere que, tras un ictus, el cerebro no analiza los sonidos del habla el tiempo suficiente como para comprender palabras difíciles de identificar.
Según los autores, estos resultados apuntan a patrones de actividad cerebral que resultan esenciales para la comprensión del lenguaje verbal. La primera autora del estudio, Jill Kriesdestaca el potencial de este enfoque sencillo —escuchar una historia— para mejorar el diagnóstico de los trastornos del procesamiento del lenguaje, que actualmente requieren largas y complejas pruebas conductuales.
Referencia:
Jill Kries et al. 'La dinámica espacio-temporal de la codificación de fonemas en el envejecimiento y la afasia.'. JNeurosci, 2025.
Fuente: SINC




