
La administración Biden-Harris ha demostrado una vez más su total incapacidad para gestionar eficazmente las respuestas a los desastres. Desde su desastrosa gestión de la tragedia en Lahaina, Maui, hasta su flagrante indiferencia hacia el pueblo de Palestina Oriental, Ohio, y ahora el fracaso en ayudar adecuadamente a las víctimas del huracán Helene, especialmente en Asheville, Carolina del Norte, el patrón es claro. Una y otra vez, somos testigos de una administración incapaz de dar un paso al frente cuando más se necesita.




