A pesar de las concesiones a los grupos empresariales y los retrocesos en otros frentes, los líderes de la Marea Rosa, desde Lula hasta Maduro, siguen siendo progresistas. Los escritores de izquierda que llaman traidores a los líderes de la Marea Rosa muestran una visión monocromática del mundo, muy alejada de lo que Marx y Engels tenían en mente.
El siguiente es un artículo mío publicado en Monthly Review que intenta refutar la noción de que el concepto de Gramsci de “revolución pasiva” es aplicable a la marea rosa de América Latina.





