News Americas, Nueva York, NY, 19 de noviembre de 2024: El presidente Joe Biden hizo historia el domingo como el primer presidente estadounidense en ejercicio en visitar el Amazonas, destacando el impacto devastador del cambio climático en la selva tropical más grande del mundo. La visita subraya el compromiso de Biden con la conservación del medio ambiente, incluso cuando la administración entrante de Trump señala un retroceso en las políticas climáticas de Estados Unidos.

Durante su gira, Biden sobrevoló regiones del Amazonas afectadas por la sequía y fue testigo de bosques tropicales devastados por los incendios, lo que subraya el terrible precio que el cambio climático ha cobrado en el ecosistema crítico. El Amazonas, que se extiende por un área aproximadamente del tamaño de Australia, es un sumidero de carbono vital para el planeta, pero enfrenta una deforestación acelerada y condiciones de sequía severas.

La visita de Biden incluyó un recorrido en helicóptero sobre el afluente del río Negro, donde los barcos encallados y los paisajes erosionados ofrecieron una cruda evidencia de los desafíos del Amazonas. Acompañado por el científico ganador del Premio Nobel Carlos Nobre, Biden examinó tanto las áreas dañadas como los prósperos refugios de vida silvestre.

El presidente también interactuó con líderes indígenas y participó en una ceremonia de bienvenida encabezada por tres mujeres indígenas. En el evento, presentó a su hija y a su nieta y enfatizó la dedicación de su administración a la preservación de la selva tropical.

“Estoy orgulloso de convertirme en el primer presidente en ejercicio que visita el Amazonas”, declaró Biden al firmar una proclamación que designa el 17 de noviembre como Día Internacional de la Conservación.
Nuevos compromisos de Estados Unidos con la Amazonía
La administración Biden prometió recientemente 500 millones de dólares al Fondo Amazonia, una iniciativa internacional destinada a la conservación de la selva tropical, financiada principalmente por Noruega. Si bien ya se han entregado 50 millones de dólares, la Casa Blanca anunció el domingo una contribución adicional de 50 millones de dólares.
Además, el equipo de Biden dio a conocer nuevas iniciativas, incluido un préstamo de 37,5 millones de dólares para proyectos de reforestación en Brasil y una coalición que apunta a atraer 10 mil millones de dólares en inversiones para la restauración sostenible de la tierra y el desarrollo ecológico para 2030.
“Estamos comprometidos a salvaguardar el papel de la Amazonia en la lucha contra el cambio climático”, afirmó Biden, señalando que el financiamiento climático internacional de Estados Unidos se ha sextuplicado durante su presidencia, alcanzando los 11 mil millones de dólares en 2024.
Un bosque amenazado
El Amazonas, hogar de comunidades indígenas y del 10% de la biodiversidad de la Tierra, desempeña un papel crucial en la regulación de la humedad y los patrones climáticos globales de América del Sur. Sin embargo, la degradación ambiental continúa a un ritmo alarmante.
Las sequías históricas han secado ríos, obstaculizado a las comunidades pesqueras y alimentado incendios forestales que han destruido un área más grande que Suiza. Bajo el liderazgo del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, la pérdida de bosques se redujo en más del 30% el año pasado, alcanzando su nivel más bajo en casi una década. Sin embargo, los críticos han expresado su preocupación por el apoyo de Lula a proyectos de infraestructura que podrían amenazar el delicado equilibrio de la selva tropical.
Al concluir su gira por el Amazonas, Biden reflexionó sobre la importancia global de la región. «Proteger la Amazonía no es sólo un desafío regional: es un imperativo global», afirmó.
La visita de Biden es parte de una gira de seis días por América del Sur, que incluyó paradas en la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico en Lima, Perú, y la reunión de líderes del Grupo de los 20 en Río de Janeiro, Brasil, que concluye hoy.
Con el futuro incierto de la política climática de Estados Unidos, el viaje de Biden al Amazonas es un poderoso recordatorio de la necesidad de colaboración internacional para proteger uno de los ecosistemas más vitales del planeta.




