Por el Dr. Eugene Daniel y Dr. Isaac Newton
News Americas, NUEVA YORK, NY, miércoles. 8 de enero de 2025: ¿Qué distingue a un líder? ¿Es su título y autoridad? ¿O es su capacidad para inspirar y hacer las cosas? El liderazgo eficaz es una potente combinación de posición e influencia. Comprender cómo se cruzan estos elementos es crucial para navegar en el complejo mundo actual.

Los líderes con títulos oficiales, como presidentes, gerentes o directores, poseen autoridad. Tienen la responsabilidad de dar forma a las decisiones que impactan a las organizaciones. Sin embargo, un título por sí solo no es suficiente. El liderazgo auténtico se basa en la confianza: una cualidad que se obtiene a través del carácter, la comunicación transparente y un historial comprobado de entrega de resultados de manera competente. Sin estas cualidades fundamentales, incluso los líderes más influyentes corren el riesgo de perder la confianza de su equipo y no lograr un impacto duradero.
Por el contrario, muchas personas ejercen el liderazgo sin títulos formales. Considere un compañero de clase que inspira a sus compañeros, un miembro de la comunidad que une a las personas o un jugador de equipo concienzudo que silenciosamente impulsa el éxito. Estos líderes generan confianza y toman medidas decisivas; su influencia puede crear cambios significativos. Sin embargo, mantener su impacto o llegar a un público más amplio puede resultar complicado sin un papel formal.
Los mejores resultados se obtienen cuando la posición y la influencia armonizan. Un líder con un título pero sin influencia puede sentirse aislado, mientras que un líder con influencia pero sin título puede carecer de la plataforma para ampliar su impacto. La clave es equilibrar estas dos fuerzas: aprovechar la confianza de los demás y la autoridad delegada para impulsar un cambio positivo.
Aquí hay un ejemplo práctico: considere un director que intenta mejorar su escuela. Si el director se sienta en su oficina y hace cumplir las reglas sin compromiso, puede perder la confianza de profesores y estudiantes. Por el contrario, un docente que fomenta relaciones sólidas e inspira a los estudiantes puede generar ideas valiosas pero carecer de la plataforma para implementar cambios generalizados. Cuando el director y el maestro colaboran, puede ocurrir un cambio transformador a medida que unen autoridad e influencia para inspirar a otros hacia metas compartidas.
Esta dinámica es evidente en el liderazgo comunitario, los entornos empresariales y los contextos familiares. Los títulos pueden proporcionar la estructura necesaria; sin embargo, la confianza y la influencia empoderan a las organizaciones para lograr cambios significativos. Sí, los títulos significan experiencia, autoridad y pericia, lo que genera una deferencia natural por parte de los demás. No obstante, los líderes mantienen el respeto a través de sus acciones.
A principios de 2025 y en adelante, las siguientes tres lecciones merecen consideración:
•La confianza importa. Independientemente del título de cada uno, las personas siguen a líderes en los que confían. Genere esa confianza mostrando buen carácter, comunicándose con claridad y haciendo de manera competente lo que dice que hará.
•Utilice su influencia sabiamente. Incluso sin un título, puedes inspirar a otros y marcar la diferencia siendo confiable y trabajando por el bien común.
•El equilibrio es clave. Cuando las personas con autoridad y las que tienen influencia trabajan juntas, crean equipos más fuertes y logran resultados superiores.
El liderazgo transformador no elige entre posición e influencia: las integra para lograr cambios significativos. Ya sea que esté liderando un equipo, un salón de clases o una comunidad, recuerde que los mejores líderes entrelazan sus títulos y acciones para generar confianza, promover el cambio y lograr un éxito duradero.
NOTA DEL EDITOR: El Dr. Eugene F. Daniel es un distinguido teólogo, pastor y ex presidente de la Unión Caribeña de Adventistas del Séptimo Día. Como Presidente del Patronato de la Universidad del Caribe Sur, guió su transición crítica al estatus de universidad. Como profesor de ética, es reconocido por su entusiasmo y compromiso para fomentar resultados positivos. Como facilitador de liderazgo dedicado y autor de publicaciones, asumió su papel como agente de cambio durante más de cinco décadas. Sin lugar a dudas, su compromiso inquebrantable de inspirar a personas y transformar organizaciones ha impulsado cambios significativos y ha establecido para él un legado notable en ética y liderazgo.




