Groenlandia, situada entre los océanos Atlántico y Ártico, se está convirtiendo una vez más en un punto focal en las discusiones estratégicas globales. La soberanía de este territorio autónomo, cubierto en un 80% por hielo, ha resurgido en los debates internacionales.
En una conferencia de prensa en Florida el 8 de enero, pocos días antes de asumir el cargo, Donald Trump reiteró su deseo de anexar la isla. Esta declaración provocó fuertes reacciones, particularmente de Dinamarca, que mantiene el control de Groenlandia desde 1953.
Una historia entre Escandinavia y América
Aunque se encuentra geográficamente más cerca de América del Norte, Groenlandia tiene fuertes vínculos históricos con Escandinavia. Ya en el siglo X, los colonos vikingos establecieron comunidades en la parte sur de la isla. Los primeros grupos inuit llegaron en el siglo XIII y poco a poco se asentaron en la región. En 1721, Dinamarca empezó a ejercer control sobre este territorio polar; una relación que se formalizó en 1953 cuando Groenlandia se integró como departamento de ultramar. Este estatus garantiza que los groenlandeses tengan los mismos derechos que los ciudadanos daneses.
En 1979, se concedió a Groenlandia una mayor autonomía sin dejar de ser una parte vital del Reino de Dinamarca. Hoy en día, Copenhague todavía gestiona los asuntos exteriores, la defensa y la política monetaria de la isla.
¿Por qué Groenlandia atrae tanta atención?
La posición estratégica de Groenlandia entre Europa y América del Norte y sus recursos naturales (minerales, petróleo) despiertan la codicia internacional. La isla se convirtió en una base aérea imprescindible durante la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, las tensiones geopolíticas han reforzado su importancia, particularmente en el Ártico.
Industria turística, una apuesta de futuro
Impulsada por la energía dinámica de su capital, Nuuk, la capital más septentrional del mundo (situada a 240 kilómetros al sur del Círculo Polar Ártico), Groenlandia busca activamente desarrollar su industria turística. En noviembre de 2024 se inauguró un nuevo aeropuerto cerca de Nuuk para dar cabida a vuelos de larga distancia, que antes tenían que aterrizar en una antigua base militar.
Groenlandia atrae cada vez más visitantes debido a sus espectaculares paisajes y sus impresionantes auroras boreales. Según la dirección del aeropuerto de Nuuk, el número de turistas aumenta un 9% cada año. Lugares emblemáticos como el Jardín Botánico Narsarsuaq muestran la riqueza natural de la isla. Sin embargo, este aumento en la industria del turismo presenta desafíos para la preservación del medio ambiente, destacando la necesidad de mantener un equilibrio para proteger esta área única.




