El turismo de la Ciudad de México está tomando el centro del escenario en el futuro de la metrópoli, un movimiento que se relaciona con un esquema ambicioso conocido como Plan México. La visión local es elevar el número de visitantes de 14.4 millones en 2024 a aproximadamente 19.5 millones para 2030, un salto que mezcla grandes sueños con desafíos reales y oportunidades por igual.
Una estrategia inteligente en estos planes es sacudir los viajes aéreos. En los próximos años, espere vuelos directos frescos que vinculen la capital con lugares como Cali y Cartagena en Colombia, Punta Cana en la República Dominicana e incluso Phoenix en los Estados Unidos. Estas nuevas conexiones no solo deberían atraer a los invitados internacionales, sino también facilitar a los locales explorar aventuras en el extranjero, creando una calle de turismo bidireccional.
La Ciudad de México también está estableciendo la mirada en convertirse en el centro de referencia para los congresos y las convenciones, un sector que, en la mayoría de los casos, se dice que entrega hasta 7 veces el retorno de cada peso gastado. En este momento, la ciudad ya ofrece alrededor de 61,300 habitaciones de hotel y aproximadamente 25,000 opciones de vivienda turística a través de plataformas digitales. Sin embargo, hay una llamada para una versión moderna y renovada de este inventario para manejar la creciente demanda. Los grupos de trabajo con jugadores privados ya están empujando para suavizar los procesos de permisos y asegurar tierras para proyectos hoteleros frescos.
Agregando otro giro, la próxima Copa Mundial de Fútbol 2026 está surgiendo como un gran empate y debería beneficiar enormemente el turismo de la Ciudad de México. Los expertos estiman que aproximadamente 5 millones de visitantes podrían inundar la ciudad durante este evento, lo que debería, en la mayoría de los casos, impulsar las inversiones en servicios de infraestructura y turismo. El gobierno incluso está repensando la movilidad: las actividades extendidas en varios vecindarios para que la emoción no esté embotellada en un solo lugar, sino que se comparte por todas partes, con suerte provocando un zumbido que combina fiebre del fútbol con delicias culturales y culinarias locales.
Cambiar de marcha, otro pilar del plan de turismo de la Ciudad de México es su famosa escena alimentaria. Conocido en todo el mundo por sus diversos sabores culinarios, la capital está creando constantemente su reputación como un punto de referencia en la gastronomía global. Para 2025, cuando la Guía Michelin está configurada para presentar la ciudad nuevamente, se espera que este asentimiento pule su imagen como un destino de primer nivel para los amantes de la comida. Funcionarios del Fondo Mixto para la Promoción del Turismo dicen que intensificar la calidad y la sostenibilidad de los productos locales es crucial para ofrecer una experiencia verdaderamente auténtica, y a veces imperfectamente encantadora, para los visitantes.
Por último, la naturaleza y la sostenibilidad permanecen en el corazón de estos esfuerzos. Con casi el 60% de su área dedicada a la conservación, la ciudad ofrece numerosos espacios verdes para senderismo y otras actividades ecológicas. Los planificadores locales están desarrollando un nuevo modelo de turismo de la Ciudad de México que tiene como objetivo lograr un equilibrio entre el crecimiento económico y la conservación ambiental.. Todos estos ingredientes (tránsito moderno, una escena culinaria estelar y un enfoque sostenible) están ayudando a pintar la Ciudad de México como no solo otra parada en el mapa sino un destino dinámico y en evolución en América Latina.




