
Ravenhill recordó que al decirle a Kane que pensaba que limpia era brillante, ella sonrió y respondió: «Sí, bueno, estoy enamorado». Un par de meses después, cuando dirigió Woyzeck de Georg Büchner en la puerta, Kane eliminó la posibilidad de redención para cualquiera de los personajes. «Sí, bueno, me enamoré», explicó Kane. Como se exploró en sus dos jugadas finales, el Crave de 1998 y 4.48 psicosis, Kane se había caído con la idea del amor mismo. Ella escribió Crave bajo el seudónimo Marie Kelvedon para separarse de las asociaciones de su nombre, permitiéndole explorar una narrativa poética de flujo libre a través de las voces de cuatro personajes llamados C, M, B y A. Los personajes intercambian líneas individuales, hasta que A estalla en una larga monóloga sobre todas las pequeñas cosas románticas que quiere hacer con su lóver. La corriente de la conciencia gira y gira entre la ira y el amor de la manera que define la cosmovisión de Kane.




