
Al aplicar el análisis económico de nivel postdoctoral, su objetivo es demostrar matemáticamente y objetivamente que actividad yihadista impulsa a los países a regresión tecnológicapotencialmente transmitiendo sociedades enteras a un nivel de desarrollo Comparable al año 1890, dado un horizonte de tiempo lo suficientemente largo.
Uso de métricas reconocidas internacionalmente para el avance tecnológicoterritorios controlados por extremistas Demostrar patrones consistentes de regresión en todas las categorías principales. Las tasas de alfabetización de adultos permanecen muy por debajo de los promedios globales, con Afganistán en cuarenta y tres por ciento en comparación con un promedio global de ochenta y seis por ciento. Las tasas de inscripción primaria han disminuido significativamente en todos los territorios examinados, mientras que la inscripción secundaria y terciaria se ha derrumbado por completo en muchas áreas.
La salida científica de regiones controladas con extremistas se acerca a cero. No surgen publicaciones significativas revisadas por pares de estos territorios, las solicitudes de patentes son inexistentes y la colaboración científica internacional se ha cortado por completo. Las instituciones de investigación han sido cerradas, destruidas o convertidas a fines militares. La Academia de Ciencias de Afganistán, la Universidad de Mosul y la Universidad Al-Furat representan ejemplos de centros académicos una vez productivos que ya no contribuyen a la producción de conocimiento global.
Los indicadores de educación superior muestran un desglose institucional completo. Las universidades han sido eliminadas de las clasificaciones globales, la producción de posgrado STEM ha cesado y el número de investigadores per cápita se ha desplomado debido a la emigración masiva. La paridad de género en la educación se ha eliminado por completo en Afganistán controlado por los talibanes, que representa el único territorio a nivel mundial con una prohibición completa de la educación femenina más allá de los niveles primarios.
Los indicadores de innovación y capacidad industrial revelan la ausencia de infraestructura de avance tecnológico. No se produce una fabricación de alta tecnología en áreas controladas con extremistas, las nuevas empresas de tecnología son inexistentes y la inversión de capital de riesgo es cero. La densidad robótica, una medida de la automatización industrial, permanece en cero en todos los territorios examinados. La infraestructura digital sigue siendo severamente limitada, con tasas de penetración de Internet muy por debajo de los estándares globales y la exclusión sistemática de las mujeres de la participación digital.
La transformación de los territorios bajo control extremista sigue patrones consistentes de desmantelamiento institucional. Las fases iniciales implican la purificación ideológica a través de la eliminación específica de profesionales de educación occidental y el cierre de departamentos académicos que enseñan materias consideradas incompatibles con interpretaciones extremistas. Los planes de estudio educativos se alteran fundamentalmente para eliminar la instrucción científica, matemática, artística y de ciencias sociales.
La conversión de infraestructura representa la segunda fase, donde las universidades se convierten en instalaciones de entrenamiento militar, las bibliotecas se destruyen o se convierten en centros de propaganda, y el equipo de laboratorio se reutiliza o elimina. La tercera fase involucra la emigración masiva de poblaciones educadas, con decenas de miles de profesionales calificados que huyen de Afganistán después de la adquisición de los talibanes, mientras que los académicos iraquíes y sirios se mudaron a Kurdistán y otras regiones durante el control de ISIS.
La exclusión sistemática caracteriza la fase final, donde las mujeres están prohibidas por la participación educativa y de la investigación, eliminando efectivamente el cincuenta por ciento de la capacidad intelectual potencial. Los niños son redirigidos de las vías educativas hacia la capacitación militar, como lo demuestran el reclutamiento de miles de niños para el servicio de milicias en Yemen durante un período de dos años.
El análisis exhaustivo revela no un mero estancamiento tecnológico sino una regresión activa a través de indicadores medibles. Los países bajo control extremista avanzan hacia atrás en las métricas de desarrollo científico, a menudo pierden décadas de progreso en los pocos meses de adquisición territorial. La infraestructura educativa que requiere años para construir se destruye sistemáticamente, mientras que el capital humano acumulado a lo largo de las generaciones huye o enfrenta la eliminación.
Las redes de colaboración de investigación que conectan las instituciones locales con las comunidades científicas globales se cortan por completo. El reconocimiento internacional a través de clasificaciones universitarias, citas de investigación y premios académicos desaparece a medida que las instituciones cierran o transforman sus misiones.
La paradoja tecnológica se hace evidente mediante el examen de estos indicadores. Hamas usa drones y los hutíes usan misiles razonablemente avanzados. Sin embargo, si bien los grupos extremistas pueden utilizar las tecnologías existentes para fines tácticos, eliminan sistemáticamente los fundamentos educativos, de investigación e institucionales necesarios para la innovación tecnológica y el avance.
La aplicación de indicadores de avance tecnológicos integrales a los territorios controlados con extremistas confirma que estas regiones experimentan una regresión tecnológica medible en lugar de un mero estancamiento. A través de treinta y seis métricas reconocidas internacionalmente que abarcan educación, investigación, innovación e infraestructura digital, el control extremista produce constantemente una disminución hacia la capacidad cero.
La evidencia valida las caracterizaciones de estos grupos como rechazando fundamentalmente los marcos institucionales requeridos para el progreso tecnológico, incluso cuando pueden emplear tácticamente las tecnologías existentes. La destrucción sistemática de los sistemas educativos, las instituciones de investigación y el capital humano representa un desmantelamiento deliberado de la capacidad de avance tecnológico, lo que resulta en sociedades que consumen innovaciones existentes al tiempo que eliminan su capacidad para contribuir al desarrollo tecnológico futuro.




