

«Suralmente tan real» confronta las limitaciones de la arquitectura comercial en Hongdae, al tiempo que propone una alternativa. En este denso distrito urbano, la mayoría de los edificios comerciales priorizan la máxima exposición para asegurar alquileres más altos. Los interiores y las calles a menudo se separan solo por paredes delgadas o ventanas de exhibición, pero esta misma condición refuerza la dicotomía entre el interior y el exterior. Este proyecto se distancia de esa lógica al introducir una zona de amortiguación entre los dos reinos, lo que permite que la ciudad misma ingrese al edificio. Al hacerlo, recuerda las estrategias arquitectónicas tradicionales en las que el espacio negocia las relaciones en lugar de reducirse a la eficiencia del mercado pura.





