Los fuegos artificiales lanzados desde un yate en Grecia provocaron un incendio forestal en la isla de Hydra el viernes, según informó la autoridad local de extinción de incendios.
El incendio quemó el único bosque de pinos de la isla turística, situada al sur de Atenas, escribió la autoridad en Facebook.
Ahora se ha conseguido controlarlo, aunque con dificultades. Como no hay caminos para llegar a la playa, los bomberos tuvieron que acceder a ella por mar, mientras que los helicópteros lanzaban agua desde el aire.
La causa del incendio ha provocado indignación en Grecia, que ya está luchando contra varios incendios forestales y está sufriendo su primera ola de calor del año.
«Estamos indignados de que algunas personas arrojen de manera tan irresponsable fuegos artificiales en un bosque de pinos», dijo el alcalde de Hydra, Giorgos Koukoudakis, a la emisora griega ERT.
Añadió que la ciudad esperaría a ver los resultados de una investigación preliminar y luego potencialmente emprendería acciones legales contra quienes estaban a bordo del yate.
También hubo condenas en las redes sociales: «gente rica con más dinero que cerebro», escribió una persona.
Grecia ha estado en alerta máxima por incendios forestales desde el martes, y las autoridades se están preparando para un verano difícil mientras continuarán las condiciones secas, los fuertes vientos y las altas temperaturas.
El viernes, un bombero voluntario de 55 años murió por las heridas sufrió luchando contra un incendio en la región sur de Ilia, en la península del Peloponeso.
Los incendios forestales de verano son comunes en Grecia y los científicos han relacionado la creciente frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, incluidas las olas de calor, con el cambio climático.
Pero el país también tiene un problema con los pirómanos: al menos 79 personas fueron arrestadas en agosto pasado por incendios forestales mortales.
A principios de este año, Grecia introdujo leyes más estrictas contra los pirómanos, y los perpetradores ahora enfrentan hasta 20 años de prisión y multas de hasta 200.000 euros (169.000 libras esterlinas; 213.850 dólares).




