Marta Lucía Ramírez fue la encargada de dar inicio a la cumbre «Colombia navegando hacia su puerto de destino en la coyuntura global de la Era Trump»realizado por EL TIEMPO en alianza con la Fundación Ciudadanía en Acción. En la intervención inicial, el excanciller habló la necesidad de recomponer las relaciones con los Estados Unidos.
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Ramírez señaló que no se puede tener una visión cortoplacista, sino que hay que plantear una hoja de ruta de al menos 30 años en las relaciones con el país norteamericano. “Es una hoja de ruta del año 26 al año 56. Son por lo menos 30 años que el gobierno Petro no va a aplazar en sus postrimerías”declaró la excanciller, que recordó que la situación es muy similar a la de hace 30 años, cuando se vivió las mayores tensiones por cuenta del proceso 8.000.
La excanciller Marta Lucía Ramírez Foto:Mauricio Moreno
Marta Lucía Ramírez señaló que la reciente descertificación es una muestra del mensaje político del gobierno de Donald Trump frente a la administración de Gustavo Petro. No obstante, destacó la renuncia que frenó cualquier sanción económica, lo que apuntaría a que no habrá mayor afectación a los sectores económicos.
«No debemos confiarnos en el pasado de las relaciones con los Estados Unidos, sino que las tensiones presentes no cierran caminos. La relación no puede darse por descontada. Ninguna relación estratégica se puede dar por inercia, sino que se cuida, actualiza con estrategia y método», dijo Ramírez.
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En su mensaje, la exfuncionaria del gobierno de Iván Duque habló de la necesidad de una diplomacia paralela. “mientras concluye el actual gobierno de Colombia” para lograr mantener la relación, a pesar de las tensiones. En ese sentido, Ramírez propuso que “Hay que explicarlo ya los americanos el valor mutuo de la relación”.
En otro de sus puntos pasó a criticar la postura del gobierno Petro de que la lucha contra el narcotráfico es una imposición de los Estados Unidos cuando esa lucha parte de las consecuencias que genera el crimen en nuestra sociedad. “Con Estados Unidos o sin ellos, tenemos la obligación ética y moral de rescatar cada centímetro del territorio nacional de las organizaciones del narcotráfico”, dijo.
El exministro Fernando Cepeda Ulloa en el foro sobre las relaciones con EE.UU. UU. Foto:Mauricio Moreno
En esa línea, apuntó que debe aprovecharse el impulso moral que implica las negociaciones logradas por Donald Trump entre Israel y Hamas para tratar de crear los espacios para frenar el narcotráfico. “Estamos en mora desde el sector privado para crear un programa de sustitución”, añadido en este aspecto. La propuesta sería no solo lograr la sustitución sino hacer un programa de compra anticipada de las cosechas para garantizar que no haya un retorno a los cultivos de uso ilícito.
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“La lucha contra el narcotráfico es por nosotros, no porque no los exige Estados Unidos (…) Es un hecho para la supervivencia misma de nuestra democracia”agregó la política de origen conservadora. Ramírez criticó lo que denominó la narrativa conformacional del gobierno Petro.
“Esta relación estratégica con Estados Unidos debemos preservarla entre todos, porque es necesaria, conveniente y productiva para ambas naciones”, reiteró en su intervención. En ese mismo sentido apuntó que de una vez por todas debe quitarse el estigma del narcotráfico y Colombia.
En ese sentido señaló que debe volver a buscarse la cercanía con Estados Unidos y posicionarse en contra del narcotráfico. Cuestionó en ese sentido la política de 'paz total', pues aseveró que se descuidó la lucha contra la criminalidad por dialogar con grupos que no tienen ninguna voluntad de paz.
El cambio más grande en la doctrina contra las drogas.
La intervención de Marta Lucía Ramírez fue seguida por la del exministro de Comunicaciones Fernando Cepeda Ulloa. Este centró su exposición magistral en la tesis de que Estados Unidos dio el giro más importante en cuanto a su relación con América Latina durante la administración de Donald Trump.
«La decisión geopolítica más importante del hemisferio occidental ha sido la doctrina Monroe. Frenó la intervención de los países europeos», expuso Cepeda Ulloa, que expuso la tesis de que Donald Trump retomó esta postura formulada en el siglo XIX. Expuso como ejemplos de ello la designación de Marco Rubio como secretario de Estado. No solo es su origen cubano, sino un matrimonio con una colombiana, Jeanette Dousdebes Rubio.
También se enlistó como ejemplos las tensiones de Estados Unidos con Panamá por el canal. También habló del tema del Golfo de México y su cambio de nombre y la designación de Brasil como un peligro para Estados Unidos. Asimismo mencionó las tensiones por los bombardeos. «Son una política frente al hemisferio occidental como nunca antes hemos visto», declaró el exministro.
Precisamente sobre el cambio de enfoque frente a la lucha contra las drogas señaló que ahora Estados Unidos asumirá este aspecto por la vía militar y no del derecho penal, lo que tiene unas duras implicaciones para toda la región: «Esto no es con derecho penal, eso fracasó. Eso Tiene unas implicaciones para Colombia y América Latina”, señaló. A lo que luego señaló: «El cambio más grande en política internacional y tiene implicaciones enormes».
El panorama de la relación bilateral
Ese mismo tema fue el inicio del primer panel sobre el 'Panorama de la relación bilateral: Amenazas, Desafíos y Oportunidades para la Economía, las Finanzas Públicas y la Estabilidad Social'.
María Victoria Llorente, directora ejecutiva de la Fundación Ideas para la Paz, coincidió en que Estados Unidos ahora sí inició una «guerra contra las drogas» bajo la lógica de que ahora metió a su Ejército. No obstante, cuestionó el posible éxito de este tipo de políticas, pues Colombia demostró que el militarismo en este aspecto no es la solución.
Jorge Hernando Pedraza, exsenador y exsecretario de la Comunidad Andina, señaló que el principal reto del próximo gobierno es restablecer las relaciones con Estados Unidos debido a que es nuestro principal aliado comercial. Recordó que el 30 por ciento de la producción nacional es exportada a sus mercados.
En un mismo tono estuvo Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo. En un primer momento habló de la necesidad de pensar las relaciones internacionales a largo plazo y dejar de tener un enfoque reactivo. En ese sentido dijo que debe tomarse medidas correctivas para lograr revertir la descertificación debido a que puede tener consecuencias económicas si se retira el 'waiver', que frenó posibles sanciones.
Uno de los temas sobre el panorama de las relaciones internacionales con Estados Unidos fue el aspecto de Venezuela. Pedraza señaló que hay que marcar distancia, no solo por las consecuencias con Estados Unidos sino por la necesidad de sentar un mensaje de la lucha contra el narcotráfico. «Más allá de una situación de una situación con un gobernante, se necesita poner por delante el interés de la nación», señaló el excongresista.
En cambio, Llorente puso sobre la mesa las dificultades que implican tomar decisiones con Venezuela debido a que es la frontera más grande y los problemas de narcotráfico y la guerrilla del Eln, que tiene presencia en dos países. Apuntó que debería seguirse el modelo de Chile. «El problema es que no solo tenemos un presidente ideologizado, sino que Donald Trump cambió las reglas de juego», añadió la cabeza de la FIP. Incluso apuntó que no puede pensarse en volver a figuras como el Plan Colombia, pues el escenario nacional e internacional es muy distinto a lo que fue hace 25 años, cuando se aplicó.
La siguió discusión en la ruta de cómo Colombia se adapta al cambio que implica a Trump en el orden internacional. En esa línea, Mejía dijo que debe buscarse una forma de buscar hacer a Colombia nuevamente atractivo como destino de inversión. Para ello debe haber seguridad jurídica y crear ventajas para la inversión extranjera.
Por otro lado, Pedraza señaló que debe tratar de evitarse un «pensamiento antiyankee». Para eso debe buscarse hablar de la ventaja económica que implica la relación con Estados Unidos. Sin embargo, señaló que debe buscarse regionalizar las relaciones económicas para hacerle frente a las desglobalización.
El cierre de este primer panel apuntó a qué debe hacer la sociedad civil y el empresariado para fortalecer las relaciones con los Estados Unidos. La cabeza de Fedesarrollo apuntó a que debe darse más juego a los sectores empresariales. «Es uan alianza pública privada. Debemos se coparticipes de la definición estratégica de la política pública», señaló.
La directora de Fundación Ideas para la Paz complementó al decir que debe ser una alianza comunitaria. Esto debido a que ya no puede pensarse la sociedad civil colombiana sin tener en cuenta las comunidades. Llorente, por su parte, concluyó que el empresariado debe dejar de ser pasivo y tomar un rol activo en cuanto al relacionamiento. «La sociedad civil y empresariado deben caminar de forma paralela», señaló.
Cumbre sobre Colombia en la era Trump Foto:
JUAN SEBASTIÁN LOMBO
Redacción política
