Noticias de las Américas, Nueva York, NY, martes 9 de julio de 2024: Argentina se dispone a ampliar significativamente su producción de litio, un mineral crucial para la transición energética verde global. El litio es esencial para las baterías y América Latina es un productor líder, superado solo por Australia.

Argentina abrirá cuatro nuevas minas de litio en los próximos meses, lo que aumentará su capacidad anual en alrededor del 80%, según informa Bloomberg. Esta expansión ayudará a Argentina a alcanzar a su vecino Chile, el actual líder regional en producción de litio.
Según Jerónimo González, de Semafor, Argentina, Bolivia y Chile forman el “triángulo del litio”, que contiene casi el 60% de los depósitos de litio del mundo. A pesar de ello, la región, excluyendo a Chile, ha estado subdesarrollada. La inversión está creciendo, en particular de China, y Estados Unidos también está empezando a invertir más, aunque puede estar rezagado respecto de Pekín hasta diez años, como señala El País. Las tecnologías avanzadas para las industrias de refinación y refinación siguen estando predominantemente en manos de naciones ricas y corporaciones multinacionales, informó Chatham House.
El presidente de Argentina, Javier Milei, espera que la nueva inversión en la extracción de litio impulse la economía del país, que ha estado en dificultades durante décadas. Milei ha aprobado leyes para beneficiar a los desarrolladores de litio y atraer dólares de exportación. También ha alejado la política exterior de Argentina de su estrecha relación con China, fomentando en cambio vínculos más estrechos con Estados Unidos. Según se informa, se están llevando a cabo conversaciones sobre «oportunidades de inversión» con el magnate tecnológico Elon Musk, señaló El País. Sin embargo, China continúa expandiendo sus proyectos de litio en Argentina.
A pesar de la abundancia mundial de litio, la decisión de Argentina llega en un momento de caída de precios. En junio, los precios del carbonato de litio en China alcanzaron su nivel más bajo desde 2021 debido a la desaceleración de la demanda de vehículos eléctricos y al aumento de la producción. Esta caída de precios sirve como recordatorio de que los mercados de energía verde también están sujetos a las fuerzas del mercado, de manera similar a los combustibles fósiles, como destacó un politólogo en Forbes.




