
No es frecuente que los líderes de las aerolíneas más feroces rivales de Europa hablen en conjunto. Pero eso es lo que ocurrió cuando Ben Smith de Air France-KLM y Carsten Spohr del Grupo Lufthansa se sentaron por primera vez para conceder una entrevista conjunta.
El mensaje colectivo del improbable dúo publicado en Les Echos y Frankfurter Allgemeine Zeitung fue claro: las aerolíneas más grandes de Europa están cansadas de jugar según reglas que, según dicen, favorecen a las aerolíneas no europeas.
Ambos argumentaron que la industria de la aviación europea –y los 12 millones de empleos vinculados a ella– está amenazada por competidores respaldados por el Estado en el Golfo y Turquía. Afirman que las compañías aéreas disfrutan de ventajas con las que los transportistas europeos sólo pueden soñar.
“La falta de igualdad de condiciones en la aviación europea” fue la primera frase de Ben Smith. Advirtió que las aerolíneas no europeas controlan actualmente más de la mitad de todo el tráfico hacia y desde el continente. “Algunos no están sujetos a las mismas regulaciones gubernamentales o impuestos que




