Hizo hincapié en que el objetivo debe ser “superar los bloqueos” y hacer que la organización sea más eficiente, por ejemplo fusionando agencias, aumentando el personal local y utilizando IA.
«Existe tal presión financiera sobre esta organización que ha quedado claro que debemos preguntarnos con mayor urgencia cuáles son realmente las áreas centrales de la ONU», añadió Baerbock.
En cuanto a quién sucederá al secretario general António Guterres, Baerbock propuso que una mujer dirija la ONU. Una organización comprometida con la mujer y los derechos humanos «no ha logrado tener una mujer al mando en 80 años», señaló, lo que «ya no es apropiado».
Sobre el papel de Estados Unidos en la organización, Baerbock dijo que todavía ve un apoyo fuerte e importante al multilateralismo a pesar de la contundente agenda América Primero del presidente estadounidense Donald Trump.
Es crucial, añadió, que las grandes potencias asuman su responsabilidad y “no pongan en duda la Carta”. La ONU sigue siendo “el lugar donde se deben abordar las controversias” y “desarrollar soluciones”.




