A través de los años hemos visto cómo Selena Gomez ha ido cambiando básicamente, y aunque es completamente normal pues la hemos visto en la televisión desde que era una niña, hay algo que muy pocas personas han notado. si que el lupus con el que ella vive ha sido el causante de estos cambios tan drásticos.
Selena Gomez convive con lupus desde hace más de una décadaaunque lo hizo público hasta 2015. Desde entonces, ha atravesado crisis de salud, hospitalizaciones, tratamientos con inmunosupresores e incluso un trasplante de riñón en 2017. Su diagnóstico no es algo pasajero ni “curable”, sino una Condición crónica con la que tiene que aprender a vivir día a día.
Por qué el lupus le ha cambiado tanto la apariencia a Selena Gómez
Esto explica por qué su apariencia ha cambiado con el tiempo, sin importar si está en una alfombra roja o en una transmisión en vivo: su cuerpo responde a la enfermedadno a las expectativas estéticas del público. pero cuando Selena Gomez reapareció con el video de “In the Dark”su regreso musical se vio opacado por críticas hacia su rostro, pero gran parte de las imágenes que se viralizaron estaban editadas o sacadas de contexto.
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Algunos usuarios en TikTok y X insinuaron que se había hecho “exceso de bótox o rellenos”, cuando en realidad la pérdida facial es un efecto secundario de los corticosteroides que toma para tratar el lupus. Selena ha sido transparente sobre su diagnóstico y sobre cómo la enfermedad también le causa artritis lúpica, al grado de que modificó el diseño de Rare Beauty para hacerlo más accesible.
El lupus es una enfermedad autoinmune, es decir que, el sistema inmunológico, en lugar de proteger el cuerpo, comienza a atacar sus propios tejidos y órganos como si fueran “enemigos”. Esto puede provocar inflamación interna y externa, desde articulaciones hasta piel, riñones, corazón o sistema nervioso. No se ve siempre con los ojos, pero sí se siente en el cuerpo completo.

Para controlarlo, muchas personas —incluida Selena— necesitan tratamientos fuertes como esteroides, inmunosupresores y terapias biológicas, que también tienen efectos secundarios visibles.
Los cambios en el rostro de Selena Gómez no tienen que ver con cirugías estéticas —como muchas veces se ha insinuado en redes—, sino con la combinación entre la enfermedad y sus tratamientos. El lupus puede causar:
- Hinchazón facial por retención de líquidos y por el uso prolongado de corticosteroides.
- Inflamación en la piel y brotes que cambian textura y pigmentación.
- Fluctuaciones bruscas de peso, que también modifican la forma del rostro.
- Fatiga y dolor crónico, que se reflejan en la expresión y tonicidad facial.
Además de lo visible, hay algo que casi nadie toma en cuenta: cuando el cuerpo está en modo “defensa constante”, la prioridad es sobrevivir, no verso perfecto. Su cara es, de cierto modo, un mapa biológico de lo que su cuerpo ha enfrentado para seguir aquí.
Selena Gomez no solo ha sobrevivido a su enfermedad: también ha elegido no ocultarla. En una industria donde la apariencia lo es todo, mostrarse con excesivo, cansancio o cambios físicos es un acto político y profundamente humano. Lo que para muchos es “un cambio de cara”, para ella es la prueba de que sigue luchando y que su vida no gira en torno a complacer miradas ajenas.




