Un grupo en constante crecimiento de marcas de moda «limpia» está desafiando la química de nuestra ropa.
“La gente ha desintoxicado sus productos de limpieza, sus productos de belleza, sus utensilios de cocina y ahora está centrando su atención en su guardarropa”, dice Amanda McCourt, cofundadora de la marca Not Basics, con sede en el Reino Unido, que lanzó en 2024 con su hermana Katie después de desarrollar alergias a la ropa sintética. «Creo que a todos nos ha distraído mucho el hecho de que nuestra comida esté envuelta en plástico. Nos olvidamos de que nosotros también lo estamos».
Otras marcas en el espacio de la moda limpia incluyen Cottonique, Pact, Mate the Label y Everlane, que en junio de este año lanzó su campaña Clean Luxury, prometiendo que la forma en que prueba, diseña y confecciona su ropa es «mejor para usted». Estas marcas generalmente están alineadas en el uso de fibras naturales orgánicas, la inclusión limitada de productos sintéticos y mensajes de bienestar subyacentes. Están trabajando para eliminar sustancias químicas agresivas como las PFAS (un grupo de sustancias químicas artificiales también conocidas como “sustancias químicas eternas” debido a su persistencia ambiental), plásticos derivados del petróleo, metales pesados y pesticidas de las cosas que usamos.
La moda limpia sigue los pasos de la belleza limpia, que tuvo un aumento significativo a principios de la década de 2010, cuando marcas como Beautycounter comenzaron a formular productos libres de químicos como parabenos y formaldehído, ampliamente relacionados con problemas de salud que van desde alteraciones hormonales hasta cáncer. Pero al igual que la belleza limpia, la moda limpia es un término no regulado que evade una definición precisa, lo que genera preocupaciones sobre el lavado verde y las afirmaciones falsas en una industria donde ya abundan.
¿Qué significa realmente «limpio»?
Al igual que «sostenible», «limpio» no tiene una definición singular y específica del sector. Para algunas marcas, como Cottonique, significa renunciar por completo a los materiales sintéticos. Para otros, como Everlane, significa implementar una extensa lista de sustancias restringidas (RSL) dentro de su cadena de suministro para garantizar entradas y salidas químicas seguras desde el nivel de la granja hasta la fábrica y el desgaste final. Pero probar la seguridad química no es un proceso sencillo ni directo.





