tEl fotógrafo canadiense. Edward Burtynsky ha construido una carrera documentando lo que él llama “paisajes alterados”: pasos elevados de carreteras enredados, refinerías de petróleo en expansión, laderas de montañas marcadas por la explotación humana. En 1999, visitó un sitio de eliminación de neumáticos en las afueras de Modesto, California. Fue surrealista, me dijo, casi sublime. Se sintió como si hubiera entrado en un mundo enteramente sintético: millones de neumáticos apilados a cinco pisos de altura, setos de caucho que se extendían hasta el horizonte.
Unos meses más tarde, la pila de neumáticos fue alcanzado por un rayo y estalló en llamas. El fuego ardió a 2.000 grados y llenó el cielo con un espeso humo negro. Después de un mes, finalmente se extinguió, pero los neumáticos se habían derretido formando más de 250.000 galones de aceite fundido que corría el riesgo de filtrarse al suelo y al suministro de agua local. A pesar de su inusual belleza, los paisajes alterados de Burtynsky siempre han funcionado en parte como una advertencia.

Edward Burtynsky / Galería Howard Greenberg Nueva York
Playa de conchas #4; Bahía Shark, Australia, 2025
Pero desde 2012, Burtynsky ha intentado dedicar tiempo cada año a fotografiar “paisajes prístinos”, capturando imágenes de la naturaleza que inspiran algo más parecido a la esperanza. A principios de este año viajó a Shark Bay, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el punto más occidental de Australia. La bahía es famosa por los estromatolitos que adornan su costa, estructuras rocosas en capas formadas durante miles de años por microorganismos que crecen, mueren y se calcifican con sedimentos formando casquetes de hongos marinos. Los estromatolitos son considerados los fósiles más antiguos conocidos del planeta, un registro vivo; algunos en Shark Bay habrían sido testigos de una época anterior a que los humanos inventaran el neumático o la rueda. Burtynsky vio los estromatolitos y el resto de la costa de Shark Bay sólo desde el aire, apuntando su cámara desde la ventanilla del pasajero de un Cessna 210. El suelo lo dejó intacto.
Este artículo aparece en el diciembre 2025 edición impresa con el título “Wheels Up”.




