El presidente Donald Trump firmó un proyecto de ley de financiación del gobierno, poniendo fin formalmente al cierre récord de 43 días que interrumpió los servicios públicos en todo Estados Unidos, retrasó los salarios de los empleados federales y causó importantes disturbios en aeropuertos y centros de ayuda alimentaria.
La medida llegó a la Casa Blanca poco después de ser aprobada por la Cámara de Representantes en una estrecha votación de 222 a 209, en gran medida siguiendo líneas partidistas.
Los demócratas habían tratado de incluir una extensión de un crédito fiscal mejorado destinado a reducir el costo del seguro médico adquirido a través de los mercados de la Ley de Atención Médica Asequible. Se negaron a respaldar un paquete de gasto más amplio que excluyera esta disposición.
Los republicanos, sin embargo, argumentaron que la cuestión del crédito fiscal debería abordarse por separado y mantuvieron su posición a medida que avanzaban las negociaciones, prevaleciendo finalmente en el acuerdo final.




