ohLas peras a menudo no terminan siendo interpretadas de la manera que sus compositores pretendían, y eso ha sido especialmente cierto en el caso de La Rondine, la esbelta ópera de Puccini sobre la cortesana parisina Magda y su fugaz intento de revivir el romance y la emoción de su juventud. Pero una nueva edición ha vuelto a interpretar sus reflexiones finales sobre su ópera, y Ópera Rara y la Orquesta Sinfónica de la BBC hizo la gran revelación.
La versión estándar de La Rondine, representada en el estreno en 1917, termina con Magda –la “golondrina migratoria” del título– dejando noblemente a su enamorado Ruggero para que pueda encontrar a alguien más casadero. Sin embargo, la revisión de Puccini de 1921 (su tercera versión de la ópera, con la que finalmente quedó satisfecho) hace que Ruggero, enojado, despida a Magda. Es un gran cambio, ya que hace que el regusto de la ópera sea amargo donde antes era dulce. También hay muchas otras diferencias, en particular un poco de alegría adicional para el coro y la orquesta en el segundo acto.
Pocas personas pudieron escuchar esta versión cuando era nueva (su estreno se produjo unos meses antes de la muerte de Puccini, cuando ya estaba demasiado enfermo para defenderla) y luego, en 1943, la partitura y las partes orquestales fueron destruidas en el bombardeo aliado de Milán. Ahora, sin embargo, gracias al trabajo de reconstrucción realizado por el musicólogo Ditlev Rindom y algunas orquestaciones nuevas de Martin Fitzpatrick, las compañías de ópera pueden elegir qué versión usar, y si es necesario defender esta versión, la grabación que este equipo acaba de terminar debería hacerlo.
Los cambios se implementaron perfectamente aquí. La música de Puccini gira en un instante (tanto coqueteo y baile, pero tanta melancolía) y la dirección de Carlo Rizzi mantuvo a la brillante orquesta alerta, mientras que los BBC Singers proporcionaron toda la energía y precisión necesarias en la creciente escena de los clubes nocturnos. El elenco cantó detrás de los atriles, pero de todos modos hizo un trabajo decente actuando. Ermonela Jaho es un animal escénico y su Magda bellamente cantada nos atrajo incluso si su brillante soprano no siempre superó a la orquesta de Rizzi. El elenco secundario, que incluía a Juan Francisco Gatell como el irónico y encantador poeta Prunier y Ellie Neate como la doncella Lisette, fue sobresaliente de arriba a abajo, pero el tenor Iván Ayón-Rivas fue el primero entre sus iguales aquí, su ardiente Ruggero, completo con notas altas vibrantes y carnosas, que lo distinguen como una verdadera estrella en ascenso.




