El presidente Donald Trump habla durante una mesa redonda en la Sala Roosevelt de la Casa Blanca, el miércoles 10 de diciembre de 2025, en Washington.
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WASHINGTON – El presidente Donald Trump dijo el miércoles que Estados Unidos se apoderó de un petrolero frente a las costas de Venezuela mientras aumentan las tensiones con el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Usar fuerzas estadounidenses para tomar el control de un barco mercante es increíblemente inusual y marca el último esfuerzo de la administración Trump para aumentar la presión sobre Maduro, quien ha sido acusado de narcoterrorismo en Estados Unidos. Estados Unidos ha creado la mayor presencia militar en la región en décadas y ha lanzado una serie de ataques mortales contra presuntos barcos de narcotráfico en el Mar Caribe y el Océano Pacífico oriental. La campaña enfrenta un creciente escrutinio por parte del Congreso.
«Acabamos de incautar un petrolero en la costa de Venezuela, un petrolero grande, muy grande, el más grande jamás incautado, en realidad», dijo Trump a los periodistas en la Casa Blanca, y luego agregó que «fue incautado por una muy buena razón».
Trump no ofreció detalles adicionales. Cuando se le preguntó qué pasaría con el petróleo a bordo del petrolero, Trump dijo: «Bueno, supongo que lo conservaremos».
La incautación fue dirigida por la Guardia Costera de Estados Unidos y apoyada por la Marina, según un funcionario estadounidense que no estaba autorizado a hacer comentarios públicamente y habló bajo condición de anonimato. El funcionario añadió que se llevó a cabo bajo la autoridad policial estadounidense.
Asalto al petrolero
Los miembros de la Guardia Costera fueron llevados al petrolero en helicóptero desde el portaaviones USS Gerald R. Ford, dijo el funcionario. El Ford se encuentra en el Mar Caribe después de llegar el mes pasado en una importante demostración de fuerza, uniéndose a una flota de otros buques de guerra.
El video publicado en las redes sociales por la Fiscal General Pam Bondi muestra a personas saltando por cuerda rápida desde uno de los helicópteros involucrados en la operación mientras éste flota a solo unos metros de la cubierta.
Más adelante en el vídeo se puede ver a los miembros de la Guardia Costera moviéndose por la superestructura del barco con las armas en la mano.
Bondi escribió que «durante varios años, el petrolero ha sido sancionado por Estados Unidos debido a su participación en una red ilícita de transporte de petróleo que apoya a organizaciones terroristas extranjeras».
El gobierno de Venezuela dijo en un comunicado que la incautación «constituye un robo flagrante y un acto de piratería internacional».
«Bajo estas circunstancias, las verdaderas razones de la prolongada agresión contra Venezuela finalmente han sido reveladas… Siempre ha sido sobre nuestros recursos naturales, nuestro petróleo, nuestra energía, los recursos que pertenecen exclusivamente al pueblo venezolano», dice el comunicado.
La mitad del petróleo del barco está vinculado al importador cubano
El funcionario estadounidense identificó el petrolero incautado como el Skipper.
El barco partió de Venezuela alrededor del 2 de diciembre con alrededor de 2 millones de barriles de crudo pesado, aproximadamente la mitad de ellos pertenecientes a un importador de petróleo estatal cubano, según documentos de la empresa estatal Petróleos de Venezuela SA, comúnmente conocida como PDVSA, que se proporcionaron bajo condición de anonimato porque la persona no tenía permiso para compartirlos.
El Skipper se conocía anteriormente como M/T Adisa, según los datos de seguimiento del barco. El Adisa fue sancionado por Estados Unidos en 2022 por acusaciones de pertenecer a una sofisticada red de petroleros en la sombra que contrabandeaban petróleo crudo en nombre de la Guardia Revolucionaria de Irán y el grupo militante Hezbolá del Líbano.
Según se informó, la red estaba dirigida por un comerciante de petróleo ucraniano con sede en Suiza, dijo en ese momento el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Esta imagen del video publicado en la cuenta X de la fiscal general Pam Bondi, y parcialmente redactada por la fuente, muestra un petrolero incautado por fuerzas estadounidenses frente a las costas de Venezuela, el miércoles 10 de diciembre de 2025.
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Golpeando el negocio petrolero sancionado de Venezuela
Venezuela tiene las mayores reservas probadas de petróleo del mundo y produce alrededor de 1 millón de barriles por día.
PDVSA es la columna vertebral de la economía del país. Su dependencia de intermediarios aumentó en 2020, cuando la primera administración Trump amplió su campaña de máxima presión sobre Venezuela con sanciones que amenazan con excluir de la economía estadounidense a cualquier individuo o empresa que haga negocios con el gobierno de Maduro. Rusia e Irán, antiguos aliados y ambos también sancionados, han ayudado a Venezuela a eludir las restricciones.
Las transacciones suelen implicar una compleja red de intermediarios en la sombra. Muchas son empresas fantasma, registradas en jurisdicciones conocidas por su secretismo. Los compradores utilizan los llamados petroleros fantasma, que ocultan su ubicación y entregan sus valiosas cargas en medio del océano antes de llegar a su destino final.
Maduro no abordó la incautación durante un discurso ante una manifestación organizada por el partido gobernante en Caracas, la capital de Venezuela. Pero dijo a sus seguidores que el país está «preparado para romperle los dientes al imperio norteamericano si es necesario».
Maduro ha insistido en que el verdadero propósito de las operaciones militares estadounidenses es obligarlo a dejar el cargo.
El demócrata dice que la medida se trata de un «cambio de régimen»
El senador Chris Van Hollen, demócrata por Maryland, miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, dijo que la incautación del petrolero por parte de Estados Unidos arroja dudas sobre las razones declaradas por la administración para la concentración militar y los ataques a barcos.
«Esto demuestra que toda su historia encubierta -que se trata de la interdicción de drogas- es una gran mentira», dijo el senador. «Esta es sólo una prueba más de que en realidad se trata de un cambio de régimen… por la fuerza».
Vincent P. O'Hara, historiador naval y autor de «La guerra naval más grande jamás librada», calificó la incautación de «muy inusual» y «provocativa». Señalando que la acción probablemente disuadirá a otros barcos de la costa de Venezuela, dijo: «Si no tienes tráfico marítimo o acceso a él, entonces no tienes economía».
La incautación se produce un día después de que el ejército estadounidense volara un par de aviones de combate sobre el Golfo de Venezuela en lo que parecía ser lo más cerca que habían estado los aviones de combate del espacio aéreo del país sudamericano. Trump ha dicho que los ataques terrestres se producirán pronto, pero no ha ofrecido más detalles.
La administración Trump se enfrenta a un escrutinio cada vez mayor por parte de los legisladores por la campaña de ataques a barcos, que ha matado al menos a 87 personas en 22 ataques conocidos desde principios de septiembre, incluido un ataque de seguimiento en el que murieron dos supervivientes que se aferraban a los restos de un barco después del primer impacto.
Algunos expertos legales y demócratas dicen que esa acción puede haber violado las leyes que rigen el uso de fuerza militar letal.
Los legisladores exigen obtener videos sin editar de los ataques, pero el Secretario de Defensa, Pete Hegseth, dijo a los líderes del Congreso en una sesión informativa clasificada el martes que todavía estaba sopesando si publicarlos.
La Guardia Costera remitió una solicitud de comentarios sobre la incautación del petrolero a la Casa Blanca.
