Los partidos de liga de campeones en el Bernabéu son un gran escaparate en todos los sentidos. Lo primero y fundamental por todo lo que sucede en el terreno de juego. Marca tendencia. Se sigue en las pasillo de conversaciones en los vestuarios, en las que se han puesto en marcha fichajes importantes, o al menos tentativa de ellos, culminando con los alrededores del estadio madridista durante todo el día, donde se concentran representantes, ojeadores y directores deportivos.
En más de una ocasión el destino de un futbolista ha cambiado de raíz tras un partido destacado en la máxima competición en el estadio madridista. Lewandowski, Mbappé y otros muchos lo vivieron. Otros dejan patente su intención de futuro bien con gestos o declaraciones. Tras el partido ante el City, Erling Haaland volvió a dejar pistas del motivo por el que en su reciente renovación de contrato con el equipo inglés apareció la denominada cláusula de libertad.
El noruego volvió a rendirse al encanto del Santiago Bernabeudeclarando que es uno de sus escenarios preferidos y que siempre disfruta. Más tarde, el delantero elogió el carácter competitivo de jugadores como Asencio o Rüdigercon los que tuvieron una batalla deportiva durante todo el partido.
Esa libertad de la que hablábamos hace referencia a que en sus contratos siempre deja abierta la puerta a una posible salida en el momento en que él lo considera oportuno. Los dirigentes del Ciudad lo entendieron a la perfección. Por un lado, le dieron al delantero esa situación de referencia del jugador que todos ansían tener algún día. Sueldo más alto que el resto, pero sobre todo le hicieron sentirse el líder del equipo.
Cláusula liberadora ejecutable
Por otro, sabían que para conseguir la firma del nuevo vínculo era imprescindible incluir esa cláusula liberatoria ejecutable por el jugador. Eso sí, nunca para equipos de la Premier. Ese sello de la casa de Rafaela Pimentaactual agente, que sigue la estela marcada por el fallecido Mino Raiola en ese sentido.
Por delante tiene ocho temporadas y medios. Era lo que pidió el noruego y lo que le concedió los dirigentes del club inglés. De esta manera y unido a la cláusula de salida, el control es suyo y lo cierto es que se le nota feliz o más integrado que en temporadas anteriores. Es el jefe de su futuro y mientras sigue lanzando guiños.
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