En cuestión de meses, un pequeño taller de bicicletas de Barcelona ha logrado pasar de la ruina a la gloria. Es una relación que el creador de contenidos Eric Ponce cuenta en profundidad en su canal de YouTube y se centra en la transformación de taller de jordania, «la Sagrada Familia de las bicicletas».
Este paraíso de las dos ruedas cuenta con uno de los mecánicos más reputados de la ciudad, conocido por haber trabajado por referentes de la talla de Ibón Zugasti. Y es el propio protagonista, Jordan, quien lanza en una de sus últimas apariciones en las redes sociales. un par de recomendaciones muy interesantes para los clientes que quieren llevar su bicicleta al taller (y que deberían considerar estos antes de hacerlo).
«Hay estrés, sí», confiesa al técnico ante las cámaras. Resulta que la rotación de bicicletas en la nueva tienda y taller, más grande que nunca y con la etiqueta de ser la única de la zona que colabora de manera oficial con Cañónha representado una oleada de nuevos clientes para la empresa. Y, por supuesto, están encantados del éxito recabado, pero todo tiene sus matices.
«El público que teníamos antes era muy educado por nosotros. Te pedía cita, venía y dejaban la bicicleta 24-48 horas», explica Jordan. «Ahora tenemos un público que es nuevo y tenemos que educarlo. Vengo, te la dejo… eso nos genera un volumen de la hostia. Es gente que no ha pedido cita y tampoco les puedes decir que no al 100%. No solo nos viene gente de Barcelona, nos viene gente de Valencia», confiesa el mecánico.
Resulta esencial, pues, pedir siempre cita previa. De hecho, los clientes que lo hagan se beneficiarán de la prioridad en casos de saturación máxima. «Si vienes sin cita… te la cojo, pero que sepas que si estamos en lunes hasta el viernes no podré ponerme con tu bicicleta. Y si ahí nos ponemos y hay que pedir recambio”, detalla. «El cliente que ha pedido cita tiene prioridad, sí o sí, sea de la marca que sea», agrega.
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Los retos de pasar de pequeño taller a gran expositor de marca oficial supone un influjo de clientes nuevos a diario para este negocio, que se ha reformulado en unos pocos meses y ahora absorbe un influjo diario de unas 20-30 personas en tienda y casi 50 por canales digitales y telefónicos. El gran éxito de esta transformación reside en que Canyon, hasta ahora a la venta online, no tenía ninguna tienda física oficial en Barcelona y alrededores, y eso ha generado mucho interés de los ciclistas aficionados y clientes de la marca.
En tan poco tiempo, Jordan ya ha colaborado incluso con alejandro valverde y la marca alemana, con la presencia del campeón del mundo e icono del ciclismo español en la misma tienda situada en el corazón de la ciudad. El único mensaje que envía este mecánico es sencillo: pensar en los profesionales que trabajan en su tienda y darles margen para planificar y poder atender correctamente a todos los clientes interesados.
