Los piratas informáticos pueden utilizar muchas estrategias para robar datos personales, contraseñas, colar malware o tomar el control de tus dispositivos. Generalmente, suelen necesitar que cometas algun error. A veces, simplemente necesito que entregues algún dato o algún tipo de información. Vamos a hablarte de ello, para explicarte qué es lo que nunca deberías compartir.
Estos datos los podrían compartir, por error, a través de un correo electrónico, aplicación de mensajería como WhatsApp o mediante una llamada. Utilizan técnicas muy variadas y, actualmente, la Inteligencia Artificial se ha convertido en un arma que pueden usar para generar mensajes o llamadas muy reales, aunque sean un fraude.
No caigas en la trampa
El objetivo de este artículo es que no caigas en la trampa de los cibercriminales. Es fundamental que no compartas nada de lo que vamos a mostrarte. Podrían llamarte por teléfono, por ejemplo, suplantando la identidad de tu banco y decirte que, supuestamente, ha habido un pago indebido y que necesitan que des ciertos datos. Justo eso es lo que van a necesitar para robar tu dinero, hacer una transferencia, etc.
Contraseñas
Sin duda, algo que nunca deberías dar es tu contraseña. Jamás deberías conceder este tipo de información a nadie. Incluso si se trata de un mensaje que has recibido por parte de un amigo o familiar, para entrar en alguna cuenta que quieras dejarle (como puede ser de alguna plataforma de Streaming, como Netflix). En este último caso, lo mejor es que verifiques que realmente estás contactando con ese familiar o conocido (por ejemplo, realizar una llamada en vez de mensajes por WhatsApp) y siempre debes compartir la clave de forma segura.
Al igual que las contraseñas, debes hacer lo mismo con códigos PIN para ingresar en la cuenta bancaria, para realizar un pago o cualquier código que uses en tu día a día. Nunca debes compartirlos con nadie.
Códigos de verificación en dos pasos
También hay que hacer mención a los códigos de verificación en dos pasos. Es algo que debes poner, más allá de la contraseña, para poder entrar en tu cuenta bancaria, redes sociales y otras muchas plataformas. Podría ser un código que recibes por SMS y que tiene una validez de unos minutos, normalmente.
Los piratas informáticos, en caso de que roben tu contraseña principal, podrían contactar contigo para que le entregues ese código de verificación en dos pasos. Por ejemplo, podrían hacerse pasar por tu banco y decirte que necesitas verificar que eres el dueño de la cuenta y que le digas un código de seguridad que vas a recibir. Ese código es justo lo que necesitan los piratas informáticos.

Numeración de tarjetas bancarias
La numeración de tarjetas bancarias o el número de cuenta, es otro tipo de información que deberías proteger todo lo posible. No caigas en la trampa. Nunca des datos de este tipo a un tercero, ya que podría usarlos para estafarte o, aunque no sea una estafa realmente, podría filtrarse esa información.
Si tuvieras que verificar algo, por ejemplo, con un hotel que hayas reservado, como mucho deberías dar los 4 últimos dígitos de la tarjeta bancaria y solo si realmente sabes que te lo están preguntando por algo motivado y estás comunicándote en un entorno seguro.
Información sensible o confidencial
En este caso, podemos incluir cualquier información sensible o confidencial. Puede ser el historial médico, información de algún problema que hayas tenido y hayas contactado con el seguro, ubicación física, etc.
Cualquier dato que pueda comprometer tu privacidad, deberías evitar compartirlo con otras personas. Cuidado con correos electrónicos donde te invitamos a rellenar un formulario y te piden muchos datos.
En definitiva, estos son algunos ejemplos de datos que nunca deberías compartir con terceros. Jamás deberías dar contraseñas, ni códigos 2FA, números de tarjetas o información sensible que pueda suponer un problema.
Preguntas frecuentes Podrían tener acceso total a tus cuentas. Esto puede suponer que suplanten tu identidad, contacten con otras personas, contraten servicios en su nombre, etc.
Es importante que cambies la contraseña cuanto antes. Si fuera posible, acceda a la configuración para expulsar a otros usuarios. Revise también qué ha ocurrido.
Un antivirus puede ayudar a detectar y eliminar malware. Sin embargo, no va a evitar que expongas datos en Internet o que entregues tus contraseñas por error.
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