El piloto de la unidad de transporte público extraurbano de transportes Sinaloa se enfrentó a la audiencia de primera declaración, todo luego de permanecer casi dos días hospitalizado.
El conductor identificado ante juez como Moisés Javier López Marroquín, de 28 años de edad, manejaba el vehículo cuando perdió el control de la unidad, cayendo al fondo de un barranco en el kilómetro 174 de la ruta Interamericana.
El trágico accidente dejó a 15 personas fallecidas, según el reporte difundido por los cuerpos de socorro al momento de cubrir la emergencia, que se suscitó la noche del pasado viernes 26 de diciembre.
Por el accidente también se reportó a más de 20 personas heridas con pronósticos reservados, a la espera de determinar por médicos sobre su avance clínico.
La diligencia se desarrolló en el juzgado de turno de Quetzaltenango, y los agentes del Ministerio Público (MP) solicitaron ligarlo a proceso por los cargos de homicidio culposo y lesiones.
Durante la formulación de cargos el MP señaló al conductor de haber dado positivo al consumo de metanfetamina y anfetamina, resultados que también afirman fueron similares para el ayudante del autobús que permanece entre los heridos, pero los abogados defensores descartan este extremo.
Principalmente, porque no se presentó algún informe de toxicología que respalde la versión de los fiscales, además el piloto asegura que en el hospital se le inyectaron medicamentos para controlar el dolor.
El juez a cargo del caso aceptó los argumentos del ente investigador y dejó al piloto sujeto a proceso penal por homicidio culposo y lesiones graves, también ordenó que el sospechoso permaneciera en prisión preventiva en el centro carcelario de Totonicapán.




