España consume un 40% menos de fibra de la recomendada por los profesionales de la nutrición, y la ciencia confirma su papel clave tanto en la saciedad, como en la energía y la salud emocionaltodas ellas íntimamente relacionadas. A pesar de la riqueza de la dieta mediterránea, la ingesta de este nutriente esencial apenas alcanza los 18 gramos diarios, lejos de los 25-35 recomendados por los organismos internacionales acreditados.
En semejante escenario, desde Aurora Intelligent Nutrition, el biólogo y tecnólogo de los alimentos Carlos Morales ha puesto sobre la mesa, con un análisis pormenorizado, cuál es la verdadera revolución silenciosa que está transformando la nutrición funcional: «Si la proteína ha sido el 'Supermán' de la nutrición, la fibra ha accionado históricamente como 'Clark Kent', el héroe silencioso e indispensable para mantener el orden metabólico. Ahora, por primera vez, la fibra abandona su papel secundario para convertirse en protagonista».
De la 'globesity' al aumento de los trastornos metabólicos
Si en la última década la conversación nutricional global estuvo dominada por el 'bajo en azúcares' y el '+ Proteína' —centrada en reducir azúcares y optimizar la estructura muscular—, la vanguardia científica actual ha desplazado el foco hacia la salud metabólica, preventiva y microbiota-céntrica. ¿Qué significa este gran avance?
No sólo en España, sino que a nivel mundial existe un gran déficit generalizado en el consumo de fibra, un desajuste preocupante en el contexto de la 'globesidad' —término acuñado por la Organización Mundial de la Salud para describir la epidemia mundial de obesidad—. Preocupa, y mucho, el aumento de trastornos metabólicos y cardiovasculares asociados a décadas de sobrealimentación y desequilibrios nutricionales.
En palabras de los expertos, «la forma más eficaz de cubrir esta brecha no pasa solo por comer más vegetales, sino por combinar alimentos reales con fibras solubles fermentables de nueva generación —como inulina, PHGG, dextrinas resistentes o almidon resistente— que permiten elevar la ingesta diaria y activar beneficios metabólicos adicionalesque van a aumentar también la saciedad».
La fibra no sirve solo para 'ir al baño', sino que mejora el bienestar digestivo y mental
Los avances en cuanto a alimentación funcional y la evidencia científica colocando a la fibra en el centro de la diana. Por un lado, Morales explica que la fibra ha dejado de ser un ingrediente enfocado únicamente a 'ir al baño', puesto que la ciencia coloca este nutriente, concretamente a las fibras solubles fermentables (almidones resistentes) como activadores en cascada de beneficios sistémicos en la microbiota.
La 'nueva' fibra es capaz de reducir la degeneraciónmejorar la barrera intestinal, activar hormonas intestinales clave como GLP-1, y tener efectos positivos en la comunicación intestino-cerebro. Otra conclusión importante de los estudios al respecto. relaciona un mayor consumo de fibra con un menor riesgo cardiovascular, menor incidencia de cáncer colorrectal y mejor salud metabólica general.
La investigación más reciente sitúa a la fibra. en el centro del eje intestino-cerebro. «Al nutrir selectivamente a las bacterias beneficiosas, se modulan neurotransmisores relacionados con el bienestar emocional. Los estudios señalan asociaciones entre una mayor ingesta de fibra y un mejor estado de ánimoun menor riesgo de síntomas depresivos, una menor inflamación sistémica y una mayor diversidad microbiana».
«No se trata solo de consumir más fibra, sino la fibra adecuada»
Pero no vale ninguna fibra para obtener todos estos resultados beneficiosos para la salud física y mental. En palabras de Carlos Morales, «hoy sabemos que no se trata solo de consumir más fibra, sino de consumir la fibra adecuada. No todas las fibras tienen el mismo efecto en el organismo. ni aportan los mismos beneficios. Durante años la fibra se utiliza únicamente al tránsito intestinal, pero la ciencia actual demuestra que algunas fibras tienen un impacto directo en el metabolismo».
Hasta donde la mayoría de los ciudadanos saben, la fibra se encuentra de forma natural en alimentos vegetales como frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos y semillas. El problema no es su ausencia, sino que estos alimentos han perdido peso en la dieta diaria y, en muchos casos, se consumen en Versiones refinadas con muy poca fibra.. «La solución son las fibras solubles fermentables», explica el experto.
¿En qué consisten esas fibras 'adecuadas'? «Son especialmente interesantes porque interactúan con la microbiota intestinal y favorecen la producción de ácidos grasos de cadena corta, como el butirato. Estos compuestos están relacionados con una mejor salud intestinal, menor inflamación, mejor control glucémico y una mayor sensación de saciedad, además de estimular la producción natural de hormonas como el GLP-1″.
¿Cómo obtenemos los 'nuevos' beneficios de este tipo de fibra recomendado?
En palabras del biólogo, «la estrategia más eficaz pasa por combinar una alimentación basada en alimentos vegetales reales con soluciones de nutrición funcional que permita alcanzar la ingesta diaria recomendada de forma cómoda y bien tolerada. En Aurora Intelligent Nutrition hemos desarrollado formatos como sobres solubles, snacks funcionales o blends diarios que facilitan aumentar la fibra sin fricción en la rutina diaria».
Aunque en niños y adolescentes las necesidades de fibra son menores y dependen de la edad, «en personas mayores es especialmente importante priorizar Fibras bien toleradas para evitar molestias digestivas.. Hoy sabemos que la fibra influye no solo en la digestiónsino también en la energía, el control del peso, la salud metabólica y el bienestar emocional».
Existe una relación directa entre microbiota, inflamación y eje intestino-cerebro, «y la fibra es uno de los principales moduladores de ese equilibrio, por lo que este nutriente se está consolidando como uno de los elementos clave de la próxima década. No es una moda, es una respuesta científica. a muchos de los problemas de salud actuales».
