Redunda en su elaborado secreto el enigma deliberadamente prolijo del cuento El carbunclo azul (1892; Hatari! Books, diciembre de 2024, edición de Eduardo Torres-Dulce, traducción de Susana Carral): “Nunca te fíes de las impresiones generales, muchacho, concéntrate en los detalles”. Contribuye a los postulados de la magia escrita en una época dominada por el sensacionalismo, “la casualidad (que) nos ha puesto en el camino un problema singularísimo y caprichoso, y su solución es su propia recompensa”.
A pesar de su espíritu navideño, la historia que nos cuenta. Arthur Conan Doyle (Edimburgo, Escocia, 1859 – Crowborough, Inglaterra, 1930) no gira en torno a la familia, la comida o la visita insospecchada de Papá Noel. El asunto es que “se han cometido dos asesinatos, un ataque con vitriolo, un suicidio y varios robos por una piedra de cuarenta granos de carbón cristalizado”.
«Repleto de formulaciones aviesas, el avatar de Holmes es un disfraz que nos lo muestra junto a su inseparable compañero, el doctor Watson.«
Nos advierte al escritor y médico británico que nos espera algo inquietante, porque “toda piedra preciosa es el foco de un crimen”. Parte de la diversión que nos procura la lectura de El carbunclo azulpublicado originalmente en La revista Strand y recogida en la colección Las aventuras de Sherlock Holmes (1892), consiste en intentar descifrar hacia dónde nos dirigimos.
Los elementos del relato en el contexto de la temporada de Adviento toman rumbo hacia un afán para todas las épocas del año. Personajes errantes se adentrarán en el bosque de la narración entrelazando historias reorganizadas: «Me llamo Sherlock Holmes. Mi deber es saber lo que otros desconocen». Repleto de formulaciones aviesas, el avatar de Holmes es un disfraz que nos lo muestra junto a su inseparable compañero, el doctor Watson.
«La metrópoli que se prepara para la celebración, la disposición espacial de la pesquisa, el paso inexorable del tiempo: todo se transmite con intensidad cinematográfica«
Con mirada atormentada y fantasmal delicadeza, el creador del célebre detective de ficción despliega, con el pretexto de una joya de incalculable valor y legendaria fama robada a la condesa de Morcar, la melancólica atmósfera de una ciudad invernal. Aunque nos encaminamos hacia un desenlace feliz, en todo momento se nos mantiene en la incertidumbre de cómo será.
Cada momento, vívidamente evocado, conduce al siguiente con una intriga cada vez más latente: “El don excepcional de Doyle como narrador nato se une a su instinto como avezado lector”, sostiene Eduardo Torres-Dulce en el prólogo. La metrópoli que se prepara para la celebración, la disposición espacial de la pesquisa, el paso inexorable del tiempo: todo se transmite con intensidad cinematográfica, logrando equilibrio entre frivolidad y oscuridad emocional.
Pervive una ocultación luminosa en esta trama plagada de tropos del género detectivesco.: calles envueltas en niebla, callejones laberínticos, una sensación general de decadencia que contrarresta “un alma caritativa y liberal o un reformador social avanzado, o también un hombre que se enfrenta con los detritus de la naturaleza humana”, concluye el fiscal, profesor de Derecho Penal y crítico cinematográfico.
—————————————
Autor: Arturo Conan Doyle. Título: El carbunclo azul. Traducción: Susana Carral. Editorial: ¡Hatari! Venta: Todos tus libros.



