![]()
La inteligencia artificial (IA) seguirá presente en el mercado empresarial y de consumo durante 2026incluyendo efectos visibles en el segmento de la seguridad. Y es que la IA permite reforzar las defensas, pero también ofrece recursos a los delincuentes para lanzar ataques más efectivos.
Así las cosas, WatchGuard Technologies prevé “cambios estructurales profundos” en las prioridades de las organizaciones y las amenazas.
«Las tendencias que estamos observando muestran una aceleración sin precedentes en la sofisticación de los ataques. En 2026, la capacidad de respuesta a estas amenazas dependerá directamente del nivel de madurez y adopción de la IA por parte de las empresas», apunta su CSO, Corey Nachreiner.
WatchGuard Technologies ha elaborado una lista con las seis grandes tendencias que marcarán el panorama de la seguridad cibernética a lo largo de los próximos meses.
Su primera intuición es que el cripto-ransomware “desaparecerá prácticamentea medida que los atacantes abandonan el cifrado y se centran en el robo de datos y la extorsión”.
Esto se debe a las mejoras introducidas por las organizaciones, que pueden restaurar los datos afectados sin pagar el rescate.
Como respuesta, los atacantes se centrarán en amenazar a sus víctimas con la filtración de la información que han robado o con denuncias ante aseguradoras y reguladores.
“El cifrado deja de resultar rentable”, según los expertos, por lo que “el verdadero poder de presión vendrá ahora de la exposición”.
Por otro lado, es probable que los repositorios de paquetes de código abierto terminen implementando una defensa automatizada, basada en la IApara repeler las acciones contra la cadena de suministro en tiempo real.
Saber de IA será a partir de ahora un requisito básico para los especialistas en ciberseguridad si quiero estar a la altura de los criminales.
“Para sobrevivir”, recoge la lista de tendencias, “deberán ir más allá de una mera comprensión de la IA y llegar a dominar sus capacidades, aprovechándolas para automatizar la detección y la respuesta, al tiempo que anticipan las nuevas vulnerabilidades que crea”.
Otro cambio que se producirá en los próximos meses consistirá en la adopción acelerada de Zero Trust (confianza cero) en detrimento de las redes privadas virtuales (VPN) tradicionales y las soluciones heredadas de acceso remoto, que están en el punto de mira de los atacantes.
Mientras tanto, la Ley de Ciberresiliencia europea traerá consigo la seguridad por diseño en multitud de productos. La nueva normativa exige que los fabricantes de software que comercializan sus creaciones en terreno comunitario notifiquen en un plazo de 24 horas incidentes de seguridad y vulnerabilidades explotadas activamente.
WatchGuard Technologies añade que “la superposición de normativas globales pondrá de relieve a los competidores y contradicciones, obligando a las organizaciones a desenvolverse en una red de cumplimiento cada vez más compleja”.
Finalmente, “en 2026 veremos la primera brecha ejecutada por herramientas de IA autónomas basadas en agentes”.
Es decir, la IA atacará por su cuenta. Dejará de asistir para operar. Y al menos un ataque procederá íntegramente de esta tecnología y se llevará a cabo a velocidad de máquina.




