Hace un siglo, Roy Crane creó a Wash Tubbs, un joven enclenque y soñador que, sin saberlo, iba a desencadenar una revolución. Años antes de que existieran Buck Rogers, Tarzán o Flash Gordon, Crane inventó el cómic de aventuras moderno y dio vida al Capitán. … Fácil, el prototipo del héroe que inspiraría a generaciones de autores, desde 'Terry y los Piratas' hasta 'Corto Maltés', e incluso a 'Ordenanza', 'Superhombre' oh 'Indiana Jones'. Casi un siglo después, el autor y traductor Antonio Moreno ha rescatado y restaurado esta obra fundamental, inédita hasta ahora en España.
Moreno ha dedicado buena parte de su vida a los cómics clásicos americanos, esos que en los años veinte y treinta llenaban las páginas dominicales de los periódicos con aventuras exóticas y personajes que marcaron la imaginación de generaciones enteras. Entre ellos, uno brillaba con luz propia: Lavar tinas y su derivado más célebre, Capitán fácil, obra de Roy Crane, considerado por muchos como el padre del cómic de aventuras. Sin embargo, en España esa serie era prácticamente un fantasma. «Sabía de su existencia por libros teóricos sobre la historia del cómic, pero nunca había tenido la oportunidad de leerla», cuenta Moreno. «Era algo muy raro, porque es una obra absolutamente fundamental en la evolución del cómic moderno, y sin embargo nunca se había publicado aquí».
Tres tiras de Wash Tubbs
Comenzó el proceso en 2020, en plena pandemia, con un objetivo sencillo: compartir una tira diaria en un grupo de amigos, tal como se leían en los periódicos de los años treinta. «Era una experiencia preciosa, leer una tira cada día, con ese ritmo pausado que te obliga a disfrutar del dibujo y del guion», recuerda. «Restaurar unas 300 tiras en 300 días, y después el proyecto se quedó dormido. Pero en 2023, Manuel Caldas me propuso publicarlo, y ahí empezó la segunda fase del trabajo: revisarlo todo, mejorar cada página, y preparar una edición definitiva». La segunda restauración llevó casi otro año más. «Cuando uno trabaja para sí mismo, no tiene prisa. Pero cuando sabes que se va a publicar, te vuelves mucho más exigente. Revisado todas las tiras una a una, y Manuel, además, aportó otras fuentes que mejoraron aún más el resultado. Entre los dos, completamos un trabajo de tres años. No se conservan los originales de Roy Crane. ni las pruebas de imprenta que en su día se usaron para enviar las tiras a los periódicos. Todo eso ha desaparecido. Así que lo único que teníamos eran reproducciones en papel de periódico, impresas deprisa y con tintas defectuosas».
Un trabajo detectivesco
Moreno y el también restaurador y editor Manuel Caldas se enfrentaron a un auténtico trabajo de investigación. «Fue una labor casi de detective: buscar, comparar, mezclar. Había que localizar suficientes tiras de distintos periódicos, escoger las mejores impresas y, a partir de ahí, limpiar, reconstruir líneas perdidas, eliminar manchas y, en algunos casos, combinar partes de distintas versiones para conseguir la imagen más fiel posible».
«En cuestión gráfica, creo que hemos conseguido la mejor reproducción que se ha hecho hasta la fecha. Teniendo en cuenta que no hay originales, creo que es lo máximo que puede lograrse». La importancia de Wash Tubbs encuentra al Capitán Easy no se entiende sin comprender su papel en la historia del cómic. Roy Crane, que empezó la serie en 1924 y dio vida al Capitán Easy unos años más tarde, fue el autor principal que consiguió consolidar el lenguaje del cómic de aventuras.
«Antes había series humorísticas o románticas con elementos aventureros, pero Crane fue el que supo aunar todos los ingredientes del género: acción, humor, dinamismo y ritmo narrativo», explica Moreno. «Era espontánea, rápida, vigorosa, con una gran inventiva. Lo que hizo fue fundar el modelo que luego siguió todos: Milton Caniff, Alex Raymond, Noel Sickles… todos beben de él. Es un clásico del cómic de aventuras del mismo modo que La isla del tesoro es en la literatura».
Al preguntarle cuál fue la parte más difícil, Moreno no duda: las tiras en las que Roy Crane experimentó con lápiz graso. «En esa época, empezó a usar lápiz para crear sombras, mezclado con tinta china. El problema es que el lápiz se reproduce fatal en los periódicos antiguos. Las tramas grises se perdían, y sin los originales no hay forma directa de recuperarlas. Restaurar eso, que el El lector sienta que lo que ve fue dibujado a lápiz y no con tinta. Fue lo más complicado«. El proceso se hizo íntegramente en digital, utilizando programas de edición como Photoshop. «Trabajamos con las imágenes ampliadas al 600 o 700%, revisando punto por punto. Es una labor lentísima, pero también muy gratificante. Hay herramientas que ayudan, pero la mayor parte es trabajo manual, de limpiar y reconstruir con cuidado».
Una viñeta icónica de Roy Crane.
El esfuerzo ha dado sus frutos. La edición de Wash Tubbs encuentra al Capitán Easy ha sido recibida con entusiasmo por los aficionados y estudiosos del cómic clásico. «Para mí lo importante es que se haya hecho justicia a una obra olvidada. Que el lector español pueda disfrutar de ella con la calidad que merece».
¿Sigue teniendo sentido leer Wash Tubbs hoy, casi un siglo después? Moreno sin duda: «Claro que sí. Es como decir que 'La isla del tesoro' o 'La diligencia' ya no pueden interesar. Las obras que tienen calidad, la tienen siempre. Lo que envejece es lo que nunca tuvo verdadero valor. Roy Crane fue un pionero absoluto, y su influencia llega hasta hoy. Cualquier cómic de aventuras, incluso los modernos, heredan de él la estructura, el ritmo y el espíritu». Y añade una reflexión sobre el presente del género: «El cómic de aventuras nunca ha desaparecido. Simplemente ha evolucionado. Hoy los jóvenes se sienten más atraídos por el manga o los superhéroes, pero la aventura sigue siendo el corazón del cómic. Lo que pasa es que ahora se cuenta con otros códigos».




