Se va un año de fútbol fuerte y movido, con un Mundial de Clubes en el medio y muchas competencias continentales. Uno que, a nivel Conmebol, fue un hito por el Congreso FIFA que se hizo en la sede de Luque, de altísima calidad, y por los diez años de gestión de Alejandro Domínguez, que incluyó la recuperación millonaria de divisas para la Confederación.
En ese marco, Domínguez cierra el 2025 con tres deseos para lo que comienza. Luego de afirmarse como uno de los personajes del año, uno de los actores relevantes del fútbol mundial. Como se lo vio en Qatar, siempre con el presidente de FIFA Gianni Infantino y liderando proyectos como el Mundial de 2030 con partidos en Argentina, Paraguay y Uruguay y la idea de 64 equipos por única vez. Incluso como una de las personalidades del fútbol mundial por la alfombra roja en Washington en el sorteo del Mundial con celebridades como Donald Trump.
Los deseos del 1 de Conmebol: que un sudamericano vuelve a ganar el Mundial y Argentina se queda con la Finalísima del 27 de marzo en Doha, crecimiento del fútbol sudamericano en todo tipo de competencias tanto masculinas como femeninas con la frutilla de un Mundial 2030 con 64 países y mayores ingresos y premios para distribuir entre clubes y federaciones.
Es que claro, Conmebol es factor clave para los clubes por sus premios millonarios en Libertadores y muy buenos en Sudamericana, además de darle 500.000 dólares a cada campeón de liga de todos los paises miembro, que son 10.
Domínguez sabe también que cuenta con un apoyo unánime de las federaciones, lo que le dio un lugar de relevancia en el mapa mundial. Y que tiene dos ases como Argentina y Brasil, más el talento del resto de los equipos sudamericanos que le darán pelea a cualquiera en la Copa del Mundo.
Hoy Conmebol le pelea a UEFA (un presidente ucraniano como Ceferin, con un perfil menos disruptivo y menos vínculo con los protagonistas) con un alto protagonismo, más allá de las diferencias económicas entre los clubes. Y la pelea con el sueño de la Finalissima y de volver a quedarse con el Mundial.





