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Más de 3.000 personas han perdido la vida este año cuando trataban de entrar irregularmente a España por vía marítima, según un informe hecho público este lunes por el colectivo Caminando Fronteras, que pone el foco en el aumento de la ruta argelina que tiene como destino las Islas Baleares. En concreto, 1.037 migrantes han desaparecido cuando transitaban en la ruta mediterránea más los 1.906 que lo han hecho mientras buscaban alcanzar Canarias a través de la ruta atlántica. El año pasado, la organización pro derechos humanos contabilizó más de 10.000 fallecidos en su travesía hacia el archipiélago canario, cuando se pulverizaron récord de llegadas irregulares.
Según el balance del Ministerio del Interior, a 15 de diciembre, las llegadas irregulares de personas migrantes a España bajaron un 40,4% respecto a 2024, como consecuencia del frenazo de la ruta canaria, que desciende un 58,9%. Este descenso también se ha convertido en una bajada significativa en el número de desaparecidos que ha contabilizado Caminando Fronteras en su informe anual. No obstante, el volumen de los cayucos que transitan por la ruta atlántica hace que sea mayor el número de desparecidos (1.906), que en la ruta argelina (1.037) en la que las embarcaciones que lanzan al mar las organizaciones criminales tienen una dimensión menor.
La ruta que une el norte de Argelia con el Levante peninsular y Baleares ha mantenido una actividad constante a lo largo de todo el año. Según la ONG se ha confirmado la tendencia del desplazamiento hacia la parte “más peligrosa” de la ruta, la que tiene destino a Baleares, sobre toda Ibiza y Formentera. Tanto es así que la organización ha detectado salidas de pateras desde puntos de la región oriental de Argelia que, aunque normalmente se dirigían hacia el Mediterráneo central, ahora han virado el rumbo para tratar de llegar a las Pitiusas.
El observatorio ha documentado en esta ruta 121 tragedias marítimas de las cuales 47 corresponden a embarcaciones desaparecidas en su totalidad. El aumento de víctimas ha sido especialmente significativo en los meses de enero (136), octubre (144) y noviembre (168). Los menos mortíferos han sido julio (44), mayo (45) y diciembre (54). En el Estrecho también se ha constatado un aumento de las tentativas de llegada a nado y de las tragedias, con 139 víctimas, de las cuales el 24% son niños, niñas y adolescentes.




