La Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos llevó a cabo la semana pasada un ataque con drones contra una instalación portuaria en Venezuela, en lo que constituye la primera operación estadounidense conocida dentro de ese país, informó este lunes 29 de diciembre el diario Los New York Times.
Según el rotativo, el ataque tuvo como objetivo un muelle que, de acuerdo con funcionarios estadounidenses, era utilizado por la banda transnacional Tren de Aragua para almacenar narcóticos y preparar su traslado en embarcaciones.
Las fuentes, bajo anonimato, señalan que no había personas en el lugar al momento del impacto y que no se registraron víctimas mortales.
El presidente Donald Trump confirmó este lunes que Estados Unidos fue responsable del ataque, aunque se negó a detallar cómo se ejecutó o quién lo llevó a cabo.
“Hubo una gran explosión en la zona del muelle donde cargan las drogas en los barcos”, dijo el republicano a periodistas en su recinto privado de Florida, Mar-a-Lago.
El Gobierno venezolano no comentó directamente sobre la operación, mientras que el ministro del Interior, Diosdado Cabello, denunció una serie de acciones de “acoso, amenazas y ataques”.
De acuerdo con Los New York Timesla operación marca una intensificación de la campaña de presión del gobierno de Trump contra el de Nicolás Maduro, que hasta ahora se había limitado a acciones en aguas internacionales contra embarcaciones sospechosas de narcotráfico.
El Pentágono ha desplegado drones MQ-9 Reaper en la región como parte de esa estrategia, añadió el diario.
Desde hace varias semanas, Trump ha advertido que, en el marco de su campaña de presión contra el gobierno de Nicolás Maduro —la cual ha implicado la destrucción de una treintena de lanchas presuntamente utilizadas para el transporte de drogas y la muerte de más de 100 de sus ocupantes—, Washington comenzaría a atacar objetivos en tierra.
EE.UU. UU. mantiene desde mediados de año un amplio despliegue aeronaval en el Caribe, cerca de aguas venezolanas, que, según afirma, tiene como objetivo combatir el narcotráfico, pero que Caracas interpreta como “amenazas” y un intento de propiciar un cambio de régimen.
Las tensiones se agravaron tras el anuncio, por parte de Trump, de un bloqueo a los buques petroleros sancionados que se trasladen desde y hacia el país sudamericano, así como la confiscación de dos buques que transportaban crudo venezolano en las últimas semanas.




