'Posiciones de reserva'
La coalición, una alianza flexible de naciones cuyos miembros incluyen a Francia, Alemania, Gran Bretaña, Bélgica, Canadá y Turquía, entre otros, surgió a principios de este año en medio de una profunda preocupación europea por el continuo apoyo de Estados Unidos a Ucrania.
Sus miembros han prometido diversos grados de apoyo, incluido, en el caso de Francia y el Reino Unido, el compromiso de desplegar tropas nacionales sobre el terreno para vigilar el acuerdo y disuadir nuevas agresiones rusas.
La coalición ya ha creado una “fuerza de tranquilidad” que brindará apoyo aéreo y naval a Ucrania, así como un enfoque en la regeneración de las fuerzas armadas del país. El portavoz de Starmer dijo a los periodistas el martes que el Reino Unido «todavía está dispuesto a poner tropas en el terreno» para asegurar la paz. Macron, aunque enfatizó que la fuerza estaría «lejos de la línea del frente», planteó una presencia «en posiciones de reserva en Kiev u Odessa».
«Tendremos una fuerza aérea de seguridad, que no tendrá su base en Ucrania, sino posiblemente en los países vecinos… liderando operaciones vinculadas con la fuerza aérea ucraniana para asegurar su espacio aéreo», dijo a la radio francesa.
Con un ojo puesto en el cauteloso público interno, Macron añadió: «No deberíamos sembrar el pánico entre los franceses, porque hay mucha gente… que quiere asustarnos y que dice que vamos a enviar tropas inmediatamente, eso es falso».
Alemania ha sido algo más cautelosa acerca de su participación. El ministro de Asuntos Exteriores, Johann Wadephul, se refirió esta semana a una brigada alemana existente en Lituania, diciendo que “estamos más involucrados en toda la región que casi cualquier otro miembro de la OTAN” y que esto es “suficiente”.
También quedan importantes interrogantes sobre cómo ve realmente Estados Unidos su propio papel y dónde las fuerzas europeas podrían marcar una diferencia tangible. Rusia tiene abiertamente destrozado un plan de paz respaldado por Europa.




