La carrera duró una hora y 45 minutos. La longitud, combinada con el calor y la humedad, hacían que no se sintiera tan suave como parecía.
Los pilotos optaron por diferentes estrategias de neumáticos a lo largo de la parrilla. Tomemos como ejemplo la primera fila, donde George Russell estaba equipado con neumáticos medianos y Max Verstappen estaba en blandos.
Russell sabía que necesitaba mantenerse por delante del holandés en la curva 1, lo cual hizo, y en las primeras vueltas, Mercedes abrió una brecha bastante significativa sobre el Red Bull, aproximadamente 10 segundos en el primer tercio de la carrera.
Se mantuvo intocable, entró en boxes para colocar neumáticos duros en la vuelta 25 y emergió por delante de Verstappen por 3,5 segundos. El piloto de Red Bull fue el primero de los líderes en entrar en boxes.
Poco más de 10 vueltas después, esa brecha se extendió a cinco segundos cuando Verstappen se bloqueó, y la ventaja rondaba los seis segundos con 10 vueltas para el final. Fue tranquilo y controlado, Russell no dio pasos en falso ni perdió la concentración.




