Un anuncio está creando un gran revuelo en la Riviera francesa. Christian Estrosi, el alcalde de Niza, ha declarado su intención de prohibir los cruceros en la ciudad a partir del verano de 2025. Las preocupaciones por el medio ambiente y el sector turístico impulsan esta audaz decisión. Sin embargo, la medida no ha recibido apoyo consentoso.
Un trueno en el mundo del turismo
Durante su presentación de saludos de año nuevo el 22 de enero, el alcalde de Niza sorprendió a su audiencia al anunciar Planea prohibir los cruceros que se consideran demasiado contaminantes. Esta prohibición se aplicará al puerto de Niza y al puerto de Villefranche-sur-Mer, paradas populares para pasajeros de cruceros en el Mediterráneo.
Christian Estrosi explicó que su decisión tiene como objetivo combatir la contaminación marítima y el «abolzismo» causado por estos grandes vasos. Afirmó: «Los cruceros que contaminan y dejan una clientela de bajo costo que consumen muy poco, pero dejan atrás sus desechos no tienen lugar aquí».
Para implementar esta prohibición, el alcalde tiene la intención de emitir rápidamente un decreto municipal, especialmente ahora que la metrópoli que supervisa ha tomado el control de la administración del puerto. La fecha de cumplimiento planificada se ha establecido para el 1 de julio, a pesar de las preocupaciones planteadas por las compañías navieras sobre las reservas existentes.
Una transición ecológica forzada
Los ambientalistas locales han acogido la decisión, pero su implementación plantea varias preguntas. ¿Cómo se pueden cancelar las paradas planificadas desde hace mucho tiempo en solo unos meses? ¿Cuáles serán las implicaciones para el atractivo turístico y la economía de la Costa de Azur?
Según una fuente cercana a las autoridades, el programa de reservas podría complicar la aplicación inmediata de dicha medida. «Estoy revisando las reservas que pueden haberse hecho para determinar en qué condiciones podemos cancelar algunas si no todas», dijo el alcalde.
A pesar de estos desafíos, Christian Estrosi apoya este cambio radical, inspirándose en el ejemplo de Venecia. Desde agosto de 2021, se ha prohibido a los cruceros ingresar al Centro Histórico de Venecia. El alcalde de Niza dio la bienvenida a esta medida, afirmando: «¡Mira cómo Venecia ha recuperado su belleza al tener un alcalde que definitivamente rechaza los cruceros!»
El desafío del turismo sostenible en la Costa de Azur
La decisión de prohibir los grandes cruceros de la Costa de Azur plantea preguntas esenciales sobre la transición ecológica del turismo en este famoso destino internacional. La región enfrenta el doble desafío de preservar su entorno mientras mantiene su atractivo turístico.
La afluencia de visitantes es significativa, con más de 200 escalas de cruceros en Niza y Villefranche-Sur-Mer para 2024. Sin embargo, esto tiene un costo ambiental sustancial, que incluye una gran huella de carbono, un hacinamiento de sitios locales y beneficios económicos mínimos para La comunidad: concernos criados por oponentes del turismo de masas.
Sin embargo, implementar una prohibición inmediata de estos barcos sin una alternativa viable que presenta riesgos. Se debe considerar el impacto potencial en el empleo, los ingresos portuarios y la reputación internacional general del destino. Por lo tanto, participar en una consulta con todos los interesados en el turismo es crucial para navegar con éxito por una transformación tan verde.
El objetivo de Niza es crear un modelo para el turismo sostenible que combine la preservación del patrimonio natural con la promoción de viajes responsables. Para lograr esto, la autoridad debe navegar por el delicado equilibrio entre aspiraciones ecológicas, realidades económicas y consecuencias políticas. Esto presenta un desafío significativo.




