Barbie Ferreirala icónica actriz que muchos conocemos por Euforiatambién fue una de las celebridades que más hablaron del positividad corporal en su momento. Pero desde que el Ozempic volvió a estar de moda, parece que su visión cambió y su única prioridad se volvió la delgadez.
Su aparición en el Desfile de moda de Victoria's Secret 2025celebrada en Brooklyn, dejó a todos en shock. No solo porque regresó una marca históricamente criticada por promover cuerpos imposibles, sino porque Barbie Ferreira lucía completamente diferente. Su rostro, su cuerpo, su energía.. Muchos fans incluso aseguraron que “ya no se parece a la Barbie que conocemos”, esa chica rebelde, con curvas reales y una actitud desafiante ante los estándares de belleza.
Así luce el RADICAL cambio físico de Barbie Ferreira
En los últimos meses, La transformación física de Barbie Ferreira ha sido tema constante en redes.. Su cara más afinada, pómulos marcados y una mandíbula más delgada despertaron rumores sobre un posible uso de Ozempicel medicamento más popular (y polémico) entre celebridades. Ferreira no ha confirmado nada, pero las especulaciones no han parado, sobre todo porque su cambio coincide con el patrón del temido “Ozempic face”ese efecto en el que la pérdida de grasa facial provoca que el rostro se vea más hundido, envejecido o sin expresión.
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El termino “Cara ozempica” se hizo viral en TikTok y hace referencia al impacto que el Ozempic —un medicamento para la diabetes tipo 2 que también se usa para perder peso— tiene sobre el rostro. Al reducir excesivamente la grasa corporal, el rostro puede verse más delgado, pero también más tenso, con líneas marcadas y una apariencia diferente a la habitual.. En algunos casos, las personas terminan viéndose más cansadas, o simplemente “irreconocibles”.
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Y aunque no hay pruebas de que Barbie Ferreira haya usado Ozempicsu cambio se ha convertido en símbolo de algo más grande: la obsesión global con la delgadez rápida, disfrazada de bienestar o “cuidado personal”. Lo que antes era una conversación sobre aceptación ahora parece haberse transformado en una competencia silenciosa por encajar otra vez en los viejos moldes.
Hollywood lo sigue premiando: cuerpos que cambian radicalmente, rostros que parecen otros y un sistema que celebra la disciplina mientras esconde los costos emocionales y físicos detrás del “glow up”.
Barbie Ferreira sigue sonriendo en las fotos, pero detrás de esa imagen perfecta se esconde una pregunta que resuena más allá de ella: ¿cuánto estamos dispuestos a perder —literal y simbólicamente— para cumplir con la idea de belleza que otros impusieron?
