Cómo no sucumbir ante el noboísmo sin recaer en el correísmo
En épocas de cerrar ciclos y encaminar valiosos propósitos de año nuevo, sírvase, estimado lector, brindarme breve atención.
Esta reflexión no ha sido encaminada ni por el político más tradicional ni por el ciudadano más común, porque ambos comparten más de coyuntura de lo que cualquiera cree. Ambos han sucumbido: sea en la emocionalidad o al interés muy particular y de la razón propia.
Para este momento, algunos fueron conquistados por bonos y conductas populistas desde la nostalgia o desde el pragmatismo actual, y otros han sucumbido al ideario de oposición de que el otro es malo y corrupto, y hay que oponerse como muletilla naturalizada.
Pero vamos aquí al énfasis de este título, la clave: dejar el fanatismo a un lado, que la barra brava sea para el país, y no casarse ni con morados ni turquesas. Es un momento más que oportuno para darle oportunidad a un proyecto formal, de base, como el de barro ecuatoriano de los años 80.
Porque ser gobierno nunca puede ser un propósito, siempre debe ser tan solo camino; el propósito, desde ya, es cambiar el país y sus estructuras de desigualdad. Desde esa génesis es fundamental hacerlo desde la centro-izquierda para proporcionar justicia social, y de manera obligada, ese tejido debe poseer democracia para garantizar las libertades.
Que el timón izquierdista democrático guía y se embarcan en él todo matiz de pluralismo, en pro de la igualdad y el desarrollo de las futuras generaciones.
Elvis Alberto Herrera Cadena
Travesía Fluvial desde El Coca hasta Iquitos: Exploración Turística por la Cuenca Amazónica
El recorrido fluvial que conecta la ciudad de El Coca, en la provincia de Orellana, con la cuenca del Amazonas, representa una de las experiencias turísticas más significativas para quienes buscan vivir la desde selva su inmensidad natural. Esta travesía inicia en el río Napo, un afluente esencial que articula a las comunidades ribereñas y que sirve como la columna vertebral del desplazamiento en la región amazónica. El viaje comienza abordando un bote de 16 pasajeros que parte desde El Coca, destacado como una de las puertas de ingreso a la Amazonía ecuatoriana. La navegación permite observar la transición continua entre zonas boscosas, playas de río y espacios donde la fauna se manifiesta con libertad. A lo largo del trayecto, el visitante es testigo del equilibrio natural que caracteriza al ecosistema amazónico. La primera localidad relevante dentro del recorrido es Nuevo Rocafuerte, parroquia perteneciente al cantón Aguarico. Este poblado conserva la tranquilidad típica de las comunidades amazónicas y constituye un punto estratégico de intercambio cultural y logístico. Avanzando río abajo, a unos treinta o cuarenta y cinco minutos, se arriba a Pantoja, ya en territorio peruano, localidad fronteriza que destaca por su hospitalidad y su dinámica comunitaria ligada al río. Posteriormente, la ruta continúa hasta alcanzar Santa Clotilde, un asentamiento que refleja con claridad la vida cotidiana en la Amazonía: viviendas sobre pilotos, desplazamiento fluvial permanente y prácticas tradicionales transmitidas de generación en generación. Cada parada ofrece un contacto directo con la cultura ribereña y su particular relación con la naturaleza. El recorrido concluye en la ciudad de Iquitos, ubicada en pleno corazón del Amazonas. Reconocida internacionalmente por su gastronomía, su oferta artesanal y su atractivo turístico, Iquitos se ha consolidado como un punto de encuentro entre viajeros, investigadores y habitantes de la región. Esta ruta posee además un valor histórico destacado, pues el río Amazonas fue registrado por primera vez el 12 de febrero de 1542, por el capitán español Francisco de Orellana. Navegar desde El Coca hasta Iquitos no solo constituye un viaje fluvial, sino una experiencia integral que invita a comprender la magnitud cultural, natural e histórica de la Amazonía.
Elio Roberto Ortega Icaza
