¿Y el IVA?
Cada vez se extiende más y más el plazo y se alargan los días, las semanas y los meses para que el sufrido beneficiario acceda a recibir esta supuesta entrega (devolución) que, en el mejor de los casos y de alguna manera, aunque sea escasa, viene a suplir y redondear las irrisorias pensiones jubilares que no son suficientes ni para cubrir las necesidades básicas más elementales, al menos, si hablamos de los adultos mayores que, por su condición y precaria salud, son los que más necesitan.
Cómo es posible que el SRI tan solo se preocupe de cobrar, acrecentar sus fondos y recaudar, en forma estricta, oportuna y bajo presión, los ingresos y más obligaciones de los contribuyentes y no se preocupe de devolver a tiempo y con la misma presteza esos dineros a los beneficiarios que, por legítimo derecho nos corresponde, recordando que somos en su mayoría adultos mayores.
Hace falta ser más sensibles, conscientes y empáticos con la gente que más lo necesita. No solo ser puntuales y estrictos para cobrar multas y otros rubros, sino también ser corresponsables y cumplir con las obligaciones pendientes en beneficio del pueblo.
Recordando la frase: “Quien da a tiempo da dos veces”.
Fabiola Carrera Alemán




