31 de octubre: día para honrar el Escudo Nacional y reafirmar nuestro orgullo ecuatoriano
Un día como hoy, el Congreso Nacional decretó el Día del Escudo Nacional del Ecuador, durante el gobierno de Eloy Alfaro, el 31 de octubre de 1900. Este emblema es parte fundamental de nuestra identidad como ecuatorianos y nos llena de orgullo, ya que simboliza nuestra libertad, democracia y civismo. Es hora de reflexionar sobre la importancia de preservar nuestras tradiciones y no dejar que festividades ajenas como el Halloween opaquen el significado de esta fecha tan significativa para los ecuatorianos. Debemos inspirar a los jóvenes a amar y respetar nuestro Escudo Nacional, recordando el valor de nuestra nación y la luz que brilla en nosotros. Es tiempo de reavivar la llama del patriotismo y honrar nuestro símbolo nacional con la dignidad y respeto que merece.
Jorge Enrique Andrade Rodas
dia del escudo nacional
Cada 31 de octubre, el Ecuador celebra con orgullo el Día del Escudo Nacional, uno de los símbolos más representativos de la patria. Este emblema fue adoptado oficialmente en 1900, durante el gobierno de Eloy Alfaro, y desde entonces se ha convertido en un reflejo de la historia, la independencia y los ideales del país. Cada elemento del Escudo —el cóndor, el Chimborazo, el río Guayas y el sol del zodiaco— encierra el espíritu de libertad, esperanza y progreso que caracteriza al pueblo ecuatoriano.
El Escudo Nacional no es solo una imagen decorativa; es un recordatorio permanente del valor y la unidad que han forjado nuestra identidad como nación. Representa la fuerza de un pueblo diverso que, a lo largo del tiempo, ha sabido defender su soberanía y mantener vivo el sentimiento patriótico. En un mundo cada vez más globalizado, recordar el significado de nuestros símbolos es esencial para fortalecer el sentido de pertenencia y respeto hacia la patria.
En esta fecha, es importante inspirar a las nuevas generaciones a valorar y cuidar los símbolos nacionales. Celebrar el Día del Escudo no significa solo mirar al pasado, sino reafirmar nuestro compromiso con el presente y el futuro del Ecuador. Más allá de las festividades externas, esta jornada nos invita a reflexionar sobre lo que nos une como ecuatorianos: el amor por nuestra tierra, la libertad conquistada y la dignidad que representa nuestro Escudo.
Mateo Enríquez




