

Descripción textual proporcionada por los arquitectos. Cuando te acercas una concha al oído, escuchas el sonido del mar. Me pregunto quién dijo eso primero. Cuando era niño, me parecía extraño poder escuchar algo así como olas rompiendo. Imaginé la fuente del sonido en lo profundo de la espiral, o tal vez un agujero oculto que conducía a una lejana isla del sur. Las conchas marinas tienen un encanto misterioso. Sus interiores iridiscentes se sienten vacíos pero de alguna manera llenos de sonido, el aroma del mar, el recuerdo de la vida o incluso capas de tiempo.





