MIRA TAMBIÉN: ¿Navidad sin pavo? Conoce 5 proteínas alternativas para disfrutar en tu mesa navideña
Khabir Tello pone el foco en un problema común y pocas veces considerado: el espacio. Muchas cenas empiezan mal desde el momento de la compra, cuando no se tiene en cuenta la capacidad real del refrigerador, el congeladora o incluso el horno. Su recomendación es definir el menú con al menos una semana de anticipación y decidir cuántas proteínas, guarniciones y acompañamientos se prepararán no solo según los gustos, sino según lo que realmente se puede almacenar y cocinar. Menos platos, bien pensados y ordenados, funcionan mucho mejor que mesas desbordadas y cocinas colapsadas.
Newsletter exclusivo para suscriptores


El chef Khabir Tello nos enseñó a preparar dos recetas de forma sencilla y práctica para no preocuparnos de más esta Navidad.
/
Ese mismo ejercicio de planificación incluye saber cuánto tiempo necesita cada preparación. Tello recuerda que la mayoría de las proteínas para hornear vienen congeladas y requieren, como mínimo, 48 horas de descongelación en refrigeración para hacerlo de forma segura y controlada. También aconsejamos no complicarse innecesariamente: hoy existen enrollados de pollo o cerdo, pavos marinados y otras opciones listas que permiten ahorrar tiempo sin sacrificar sabor. El toque personal puede llegar después, a través de una salsa o un acompañamiento hecho en casa.
Durante la preparación, la organización vuelve a ser clave. Tener los insumos medidos, aprovechar los tiempos de horno para avanzar con otros platos y limpiar mientras se cocina ayuda a que el proceso sea más llevadero. Incluso detalles como considerar cuántas ollas y utensilios se usarán pueden marcar la diferencia entre una cocina funcional y una jornada agotadora.

Si resulta intimidante preparar una proteína desde cero, puedes apostar por enrollados listos para hornear o pavos ya marinados.
/
Rocío Oyangurencreadora de Las Recetas de Yo Madrecoinciden en que el estrés es el principal enemigo de la cena navideña. Para ella, no se trata de pasar todo el día en la cocina, sino de llegar a la noche con energía para compartir. Su consejo es cocinar con anticipación y perderle el miedo al congelador. Arroces, proteínas y guarniciones pueden prepararse días antes, guardarse correctamente y recalentarse el mismo día con pequeños ajustes que los devuelvan a su mejor versión.
La comida congelada, bien hecha y bien almacenada, se convierte así en una gran aliada.. El día central queda reservado para lo fresco —ensaladas, salsas, últimos detalles— y para estar con la familia. ¿Y si sobras comida? Para Oyanguren, eso no debería ser motivo de preocupación: el recalentado del día siguiente también forma parte del disfrute y alarga la celebración.

Congelar los alimentos el día anterior es una gran alternativa para disminuir la carga el mismo 24 de diciembre.
/
Calcular cantidades exactas no siempre es sencillo, reconoce, por lo que recomienda aproximarse sin angustia y priorizar el correcto almacenamiento en recipientes herméticos. De nuevo, aparece una idea compartida con Tello: comprar y cocinar con conciencia del espacio disponible.
Jaime Pesaque refuerza este enfoque práctico. Para él, lo ideal es organizarse con dos o tres días de anticipación y apostar por un menú simple: dos proteínas y pocas guarniciones. No complicarse la vida es parte del plan. Recomienda ponerse de acuerdo antes de comprar, anotar los pasos de cada plato y evitar dejar toda la cocina para el 24, día en el que cualquier contratiempo puede alterar los tiempos.

Con pocos insumos y comidas ya preparadas puedes lograr una cena sabrosa y especial, priorizando lo sencillo.
Su fórmula es clara: cocinar un día antes, recalentar el 24 y dedicar ese día a las ensaladas y los últimos ajustes. Incluso el cierre dulce mantiene esa lógica de sencillez y tradición: panetón y chocolate calientesin vueltas innecesarias.
Al final, los tres chefs coinciden en algo esencial. La Navidad no debería ser una carrera contra el reloj ni una prueba de resistencia en la cocina. Comer rico, compartir y llegar a la mesa con ganas de celebrar importa mucho más que un menú interminable. Planificar, simplificar y disfrutar son, quizás, los ingredientes más importantes de la cena navideña.

Pesaque recomienda disfrutar un clásico navideño como el postre perfecto para cerrar la noche: el combo de panetón con chocolate caliente.
/




