¿Sientes que te enfermas más que cuando eras más joven? Cuando no te sientes bien, ¿te lleva más tiempo volver a sentirte bien?
La inmunidad (el sistema de defensa del cuerpo) tiende a debilitarse con la edad.
“Así como probablemente no puedas correr tan rápido como antes cuando tenías 20 años, tu sistema inmunológico no funciona tan bien como antes”, dice el Dr. Aaron E. Glatt, presidente del departamento de medicina de South Nassau Communities Hospitals.
Pero no teman, al menos no mucho.
«En comparación con muchas otras funciones corporales, el sistema inmunológico de la mayoría de las personas funciona realmente bien a cualquier edad», dice Glatt. La mayoría de nuestros sistemas inmunológicos funcionan lo suficientemente bien como para que nuestro riesgo de infección y enfermedad no sea mucho mayor de lo normal. ¿Aun mejor? No importa la edad que tengas, hay muchas cosas que puedes hacer para mantenerte saludable.
Es una red compleja de células, tejidos y órganos que, en conjunto, defienden el cuerpo contra elementos que pueden causar infecciones, como las bacterias.
¿Por qué se alivia un poco a medida que uno envejece? Eso sigue siendo un misterio.
«La comunidad médica todavía está tratando de determinar exactamente cómo y por qué la inmunidad disminuye con la edad», dice Kira Rubtsova, PhD. Rubtsova es investigadora de inmunidad en National Jewish Health en Denver.
Lo que los investigadores hacer Lo que sabemos es que la mayoría de los adultos mayores:
No responde tan bien a las vacunas: Su sistema inmunológico incluye células T, que atacan a otras células que causan enfermedades. Son capaces de “recordar” a un invasor y luego defenderse mejor contra él. Cuando uno es mayor, produce menos células T y la mayoría de las vacunas requieren células nuevas para funcionar.
¿La excepción? La vacuna contra el herpes zóster. Ésa es una de las razones por las que funciona tan bien para el grupo senior.
Tienen más probabilidades de enfermarse: No sólo tienes menos células inmunes a medida que envejeces, sino que las que tienes tampoco se comunican entre sí. Eso significa que tardan más en reaccionar a los gérmenes dañinos.
Recuperarse de lesiones, infecciones y enfermedades más lentamente: “El cuerpo produce menos células inmunitarias, incluidos los glóbulos blancos”, explica Rubtsova. “Eso puede retrasar la curación”.
No existe una edad determinada en la que la inmunidad disminuya.
“Es como las canas: cada persona tiene un ritmo diferente de aparición”, afirma Rubtsova. No existe una prueba única que pueda indicar que el sistema inmunitario no está funcionando de forma óptima. “Hay ciertos marcadores inmunitarios que podemos analizar, pero no es lo mismo que analizar, por ejemplo, una enfermedad cardíaca”, afirma Glatt.
Por eso es importante acudir al médico periódicamente y obtener ayuda médica si te enfermas con frecuencia o si tienes problemas para sanar después de una lesión o enfermedad.
Manténgase al tanto de su salud. Si usted tiene diabetes, artritisu otras cosas que afecten cómo te sientes y cómo funcionas, sigue las recomendaciones de tu médico. “Mantener enfermedades como la diabetes bien controladas afecta menos a tu sistema inmunológico”, dice Glatt.
Dormir bien. «Las investigaciones muestran claramente que dormir muy poco (o dormir de mala calidad) reduce la inmunidad, incluso en personas jóvenes y sanas», dice la Dra. Gisele Wolf-Klein. Deberías dormir al menos 7 horas por noche. Si ronca o tiene problemas para conciliar o permanecer dormido, consulte a su médico. Podrías tener un trastorno del sueño.
Busque formas de reducir el estrés. Con el tiempo, estrés Puede reducir la respuesta inmunitaria. “Cuando estás constantemente preocupado por algo, eso le pasa factura a tu cuerpo”, afirma Wolf-Klein. También puede desencadenar otros problemas, como la falta de sueño y una mala alimentación, que pueden afectar a tu inmunidad.
Manténgase alejado de las personas enfermas. “Lo cierto es que, cuando eres mayor, tienes que tener especial cuidado con la exposición a gérmenes, porque también tienes más probabilidades de enfermarte”, afirma Wolf-Klein. Cuando estés cerca de personas que tienen enfermedades contagiosas, como un resfriado o la gripe, intenta no acercarte demasiado y lávate las manos con más frecuencia.
No te saltes las vacunas. Aunque pueden no ser tan eficaces cuando eres mayor, siguen siendo una forma importante de reducir el riesgo de contraer muchas enfermedades graves, como la gripe y la neumonía. Consulta con tu médico para asegurarte de que tienes al día tus vacunas.
Muévete más a menudo. El ejercicio moderado le ayuda a mantenerse en forma, lo que fortalece su sistema inmunológico. Las investigaciones también sugieren que ayuda a las células a moverse más libremente, lo que les ayuda a hacer mejor su trabajo.
Comer bien. No existe una dieta que mejore la inmunidad. Pero los investigadores sí saben que una dieta variada llena de alimentos ricos en vitaminas y minerales (como verduras y frutas frescas) ayuda a que su cuerpo, incluido su sistema inmunológico, funcione de la mejor manera. Llevar una dieta saludable también le ayuda a pesar lo que debería, lo que puede suponer menos estrés para su cuerpo y mejorar la inmunidad.
No fumes. Fumar debilita la respuesta inmunitaria del organismo, lo que lo hace más susceptible a enfermedades e infecciones. Su médico puede ayudarlo a descubrir cómo puede dejar de fumar.




