El Día de Acción de Gracias ya casi está aquí, y dado que acabamos de salir de una de las temporadas más polémicas y políticamente cargadas de nuestro tiempo, probablemente no sea realista esperar que un día festivo esté totalmente libre de drama.
Si es uno de los pocos afortunados cuya familia está unida por cuestiones políticas, atesore esas conversaciones pacíficas en la mesa de Acción de Gracias; para el resto de nosotros, puede ser un desafío saber cuál es la mejor manera de hablar con nuestros seres queridos (o, para ser sinceros, con aquellos tolerados por necesidad) sobre cualquier tema sustancial. Además, para muchos de nosotros, estos temas no son “sólo política”; Afectan directamente la forma en que vivimos nuestras vidas y la seguridad y felicidad de nuestras familias y amigos.
Si bien abandonar esas conversaciones no parece una opción responsable o realista en 2024, resulta igualmente deprimente aceptar simplemente un entorno tenso o francamente hostil durante lo que debería ser una época del año alegre y agradecida. Entonces, para obtener orientación de expertos sobre este tema, Moda habló con la Dra. Audra Nuru, profesora de comunicación y estudios familiares en la Universidad de St. Thomas en St. Paul, Minnesota, sobre cómo involucrar a seres queridos con diferentes puntos de vista de una manera productiva (y, lo que es igualmente importante, cómo establecer límites cuando parece que el compromiso ya no es bueno para usted y su salud mental). Encuentre sus pensamientos (y algunos ejemplos de guiones que ha proporcionado para diferentes conversaciones) a continuación.
Moda: ¿Cómo recomienda prepararse para un evento o reunión que podría incluir puntos de vista con los que no está de acuerdo o que considera perjudiciales?
Dra. Audra Nuru: Es cierto que ese tipo de encuentros pueden beneficiarse de un poco de preparación. Me gusta pensar que es como hacer las maletas para un viaje a un lugar nuevo y desconocido: uno quiere estar preparado para lo esperado, pero también hacer las maletas con la mente abierta para lo inesperado. Entonces, antes de dirigirse a ese evento, tómese un tiempo para reflexionar sobre qué temas pueden parecerle un poco delicados, casi como consultar el pronóstico del tiempo, para poder empacar en consecuencia. Recuerde, todos se acercan a la mesa con sus propias experiencias y perspectivas únicas. Abrace esas diferencias con curiosidad y amabilidad. Y, por supuesto, siempre es aconsejable establecer límites saludables; eso es como tener un buen mapa y una guía confiable que lo ayude a navegar en cualquier territorio desconocido.
¿Existe una forma sutil y útil de redirigir una conversación política que empieza a resultar perturbadora?




