Análisis
Si Irlanda finalmente quiere llegar a las semifinales de la Copa Mundial de Rugby a la novena vez que lo solicita, primero tendrá que enfrentarse a algunos enemigos familiares.
Por tercer torneo consecutivo, se enfrentarán a Escocia, rival del Seis Naciones, en la fase de grupos. Los dos últimos le fueron bien a Irlanda, con victorias por 27-3 y 36-14 en Japón 2019 y Francia 2023.
Irlanda ha tenido el número de Escocia desde hace un tiempo, ganando los últimos 11 encuentros que se remontan a la campaña de Grand Slam de 2018.
Pero con Portugal y Uruguay completando el Grupo D, los escoceses sin duda representarán la mayor amenaza para las esperanzas de Irlanda de terminar primero. Si Irlanda encabeza el grupo, se enfrentará a un equipo en tercer lugar de uno de los Grupos B, E o F.
Sin embargo, terminar segundo casi seguramente dejaría a Irlanda con un partido de octavos de final contra Francia, quienes serán claros favoritos para encabezar el Grupo E por delante de Japón, Samoa y Estados Unidos.
En definitiva, faltan dos años. Pueden pasar muchas cosas entre entonces y ahora. Pero con el panorama de la Copa del Mundo ahora claro, el entrenador de Irlanda, Andy Farrell, puede concentrarse en preparar a su equipo para el viaje a Australia en 2027.
Y considerando una campaña de otoño mixta que produjo derrotas humillantes ante los contendientes de la Copa del Mundo Nueva Zelanda y Sudáfrica, hay mucho trabajo por delante.




