(BBC)-El creador de historial Terence Crawford sorprendió a Saul 'Canelo' Alvarez en puntos en Las Vegas, convirtiéndose en el primer luchador masculino en la era moderna en tener títulos indiscutibles en tres divisiones de peso.
Frente a 70,000 fanáticos ferozmente pro-Alvarez en Allegiant Stadium, Crawford, saltando dos divisiones de peso, entregó una clase magistral, subrayando su estado como la estrella de libra por libra del boxeo.
El invicto jugador de 37 años mostró su arsenal completo de habilidad, defensa, poder y tiempo, dejando a Álvarez, de 35 años, aferrándose a la campana final y silenciando a la multitud partidista.
A pesar de que los jueces lo anotaron más de lo esperado: 116-112, 115-113, 115-113, el veredicto limitó una actuación decisiva, en el escenario más grandioso, que se recordará mucho en la historia del deporte.
«No estoy aquí por coincidencia», dijo Crawford, cubierto en los títulos de peso mediano de la AMB (Super), WBC, WBO e IBF.
Crawford cayó de rodillas cuando se anunció el ganador, visiblemente emocional.
A pesar de la victoria, el luchador de Omaha no descartó retirarse después de su 42a victoria profesional consecutiva.
«No sé, tengo que sentarme con mi equipo y hablaremos de eso», agregó.
Luchando en el fin de semana del Día de la Independencia de México, Álvarez, que pierde por tercera vez en su 68ª pelea, tuvo su estatus, orgullo y las esperanzas de una nación en la línea, pero se enfrentó a un gran gran generacional.
«Me siento genial compartir el anillo con grandes luchadores como él. Si lo hacemos de nuevo, será genial», dijo.
«Mi legado ya está allí y me gusta correr riesgos porque me encanta el boxeo».
Crawford MasterClass se ilumina 'Vegas'
En un movimiento provocativo, Crawford llegó a un rizos a una banda de mariachi. Sin darse cuenta, los fanáticos mexicanos cantaron, hasta que apareció un 'brote' sonriente en la pantalla grande.
Álvarez siguió con su propia entrada de mariachi, latón y cuerdas haciéndose eco mientras empapaba en la adoración entusiasta.
Después de una cautelosa ronda de apertura, Crawford comenzó a afirmarse a sí mismo, usando su alcance y movimiento mientras contrarrestaba con precisión.
Algunos se preguntaron si podía absorber el poder de Álvarez, pero cuando Álvarez aterrizó disparos individuales al cuerpo en el cuarto, Crawford disparó con dos uppercuts y una combinación de recticitudes. No mostró signos de intimidación.
Álvarez consiguió una gran derecha en los segundos finales de la ronda, pero Crawford simplemente sonrió despectivamente. Al deslizarse sobre el ring, aterrizó una hermosa combinación en el sexto.
Esta fue la 21a vez que Alvarez había luchado en Las Vegas, una ciudad donde ha construido una fortaleza durante dos décadas, pero estaba claro que tenía su trabajo cortado por la etapa intermedia.




