Crianza respetuosa: donde inicia la ciudadanía emocional
La crianza respetuoso no es una modani un privilegio de ciertos hogares. Es la raíz de la convivencia humanos y del trato digno que toda sociedad merece. Antes de que un niño conozca leyes, banderas o himnos, ya aprendió algo más decisivo: cómo se trata la dignidadla propia y la del otro.
En cada hogarsin importar su nivel socioeconómico oh culturallos niños descubren si la fuerza se usa para proteger o para humillar; si el error exige vergüenza o invita a aprender; si la diferencia es motivo de burla o una oportunidad para conocer a otro. Allí comienza lo que llamamos ciudadanía emocional.
¿Por qué la crianza respetuosa previene el bullying?
el intimidación no nace solo en los patios escolares, ni en las redes sociales: sus raíces suelen sembrarse, en frases cotidianas como:
- “No llores, nadie quiere niños débiles”.
- “Si te pegan, pega más fuerte.”
- “Aquí se obedece sin hablar”.
Esas ideas se transforman en guiones internos sobre cómo resolver conflictos: herir para no ser herido, dominar para no ser dominado.
La crianza respetuosaen cambio, enseña a:
- Poner palabras al dolor sin sentir vergüenza.
- Resolver conflictos sin destruir vínculos.
- Corregir sin humillar.
- Pedir ayuda como un derecho, no como una derrota.
Esto protege a ambos extremos: al niño que hiere y al niño que calla. Nadie sobra cuando hablamos de dignidad.
El lenguaje familiar construye comunidad.
No se trata solo de evitar gritos o insultos, sino de crear un lenguaje que sosten la dignidad humana. Observemos la diferencia:
| Lenguaje que aquí | Lenguaje que cuida | |
| “Cállate y haz lo que digo.” | “Te escucho y pongo el límite que necesitas.” | |
| “Siempre arruinas todo.” | “Hay un problema; lo resolvemos juntos”. | |
| “Así no se siente, deja de exagerar”. | “Tu emoción importa, quiero entenderte”. | |
La comunicación respetuosa es infraestructura social: tan necesaria como el agua, la luz o el derecho a la vivienda.
La escuela también educa ciudadanía emocional: corresponsabilidad compartida
La crianza respetuosa no termina en la puerta del hogar. La colegio es el primer espacio publico donde los niños practican lo aprendido sobre convivenciapoder, diferencia y cuidado. Por eso, familias y docentes no son mundos separados, sino una alianza esencial contra el bullying.
Cuando un niño ejerce bullying
No justificamos la agresiónpero la entendemos: a menudo es expresión de miedo, vergüenza, dolor o modelos que lo empujan a creer que solo hay dos posiciones posibles: someter o ser sometido. La escuela puede acompañar ofreciendo:
- Educación socioemocional.
- Modelamiento adulto de resolución pacífica de conflictos.
- Espacios restaurativos para reparar sin humillar.
Cuando un niño recibe bullying
Acompañar no es volverlo frágil, sino restaurar su sensación de seguridad y pertenencias. La escuela puede fortalecerlo mediante:
- Contención emocional y seguimiento.
- Acuerdos de convivencia que no normalicen la burla.
- Espacios seguros de escucha y participación.
Una cultura escolar que integra a todos
El bullying no se resuelve solo con castigo ni con silencio. Nadie aprende desde la humillación. Nadie sano desde el aislamiento.
Una escuela con ciudadanía emocional:
- Cuida los recreos tanto como las clases.
- Corrige y acompaña sin exponer.
- Conversa en lugar de etiquetar.
- Ve en cada conflicto una oportunidad pedagógica.
Una responsabilidad compartida
La crianza respetuoso no exige familias perfectas ni escuelas sin tensiones. Exige algo más humano y universal:
- Presencia y escucha real.
- Coherencia al ejercer límites.
- Reparación cuando también los adultos fallamos.
- Alianza constante entre hogar y escuela.
No importa si se trata de una escuela publica o privada, urbano o rural; si una familia vive en un barrio popular o en una urbanización cerrado. La dignidad no entiende de fronteras sociales.
La crianza respetuosa es el primer acto de ciudadanía emocional.
Lo que sembramos en casa y en la escuela, lo habitará el mundo.
Y el mundo, hoy más que nunca, necesita menos voces que hieran y más voces que construyan puentes.




